La literatura ha sido, es y será un elemento nuclear en el estudio de las distintas formas de representación semiótica de la salud y de la enfermedad. Hay dos elementos esenciales para que esto sea así; en primer lugar, el hecho de que la actividad relacionada con la salud y la enfermedad, también en entornos profesionales, está atravesada continuamente por narraciones (a veces, en forma de informes o apuntes tomados al escuchar el relato del paciente); el segundo es que, ciertamente, el hecho de enfermar y el de sanar va asociado a circunstancias en ocasiones excepcionales y sugerentes para la creación.
Especialmente interesante resulta analizar la mirada específica de los profesionales de la medicina que también son escritores, pero también lo es abordar la de quienes recrean los sentimientos desde la perspectiva de la persona enferma. En este sentido, parece clara la función terapéutica de la literatura; de quien la escribe por el valor liberador que tiene, pero también de quien la lee o escucha, por el estímulo positivo que suscita el hecho mismo de disfrutar de una obra de arte.
Hay que reconocer que la salud y, muy especialmente, la ausencia de la misma constituye un tema de gran calado ético y emocional propicio para la expresión de la subjetividad del escritor. Esa subjetividad se materializa en numerosas estrategias textuales y procedimientos discursivos. Destaca el uso de marcos metafóricos o la traslación del metalenguaje propio de la medicina. En realidad, la fuerza de este tipo de figuras y expresiones es tal que trasciende frecuentemente hacia textos no literarios. Así, por ejemplo, el uso de metáforas ancladas en la enfermedad a la hora de hablar de temas en otro ámbito es constante.
Una de las características más valiosas del creador literario que se ocupa de retratar aspectos relacionados con la salud y con la enfermedad es su perspicacia a la hora de representar los tiempos (las fases de la enfermedad, los últimos momentos de la vida, la esperanza de curación futura, etc.) así como los espacios (hospitales, clínicas, consultas, sanatorios, etc.). En este sentido, el presente monográfico de la revista Mètode constituye una aproximación diversa que corrobora bien muchas de las dimensiones aquí expuestas.
Este monográfico se incluye en las iniciativas asociadas al proyecto Lenguaje y cultura de la salud (CSO2014-61928-EXP), subvencionado por el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad de España.
El monográfico Narrar la salud. Literatura y medicina ha contado con la colaboración del artista y profesor del Departamento de Pintura de la Universitat Politècnica de València, Paco de la Torre (Almería, 1965). Las obras, minuciosamente elaboradas, constituyen una poderosa reflexión sobre la salud y la enfermedad, la investigación médica y los espacios donde confluyen médicos y pacientes.