Los problemas de la sociedad actual hacen necesario repensar el concepto de ciudadanía en términos evolucionarios para que derechos más «complejos» formen parte de futuros debates.
Se entiende por confort climático la existencia de combinaciones de parámetros ambientales (fundamentalmente temperatura, humedad, radiación y viento) que no generen estrés en el cuerpo humano.
La ciudad es un logro histórico y social de la civilización y del progreso, pero aquello que puede considerarse como señal de progreso evolutivo y cultural ha supuesto un progresivo divorcio del hombre con la natura.
La huerta es una víctima de la globalización. Las tierras de cultivo son reemplazadas por la modernidad de la infraestructura regional y se convierten en un paisaje simbólico condenado a perder terreno.
Durante los años noventa proliferaron plataformas, asociaciones de vecinos y partidos políticos que manifestaron su malestar con las medidas tomadas procesadas por el gobierno municipal de Valencia.
¿La ciudad soñada puede todavía responder a grandes teorías urbanísticas o debe centrarse en el funcionamiento correcto de los «artefactos» urbanos que dirigen la vida cotidiana de las personas?