«El latido del bosque» no es una simple recopilación de lo que se conocía, cosa que ya sería bastante útil, sino que es también el fruto de intensas investigaciones.
No es un libro de bolsillo; es un libro que no pasa desapercibido. No es un libro de fotos de animales; es un libro que capta el alma de cada especie que retrata. No es un «libro regalo»; en expresión de los libreros, es un regalo para la vista. No es un tratado de zoología; es una obra que hace un recorrido por las especies más significativas.
El trabajo de los fotógrafos de naturaleza ayuda a preservar paisajes y especies animales y vegetales para la posteridad, que generaciones futuras quizás no tendrán la oportunidad de ver.
La isla de Madagascar, situada en el océano Índico, ha sido llamada el «octavo continente» por la gran diversidad de especies que alberga, el 75% de las cuales son endémicas.
Como colofón de las numerosas entregas dedicadas a la caza fotográfica al acecho, en ésta hablamos de la fotografía con reclamo y, en general, de cómo atraer los animales. De hecho, más bien se trata de un perfeccionamiento de la técnica del hide, ya que se aplica para resolver el principal problema del «cazador de imágenes de fauna», que es conseguir que los protagonistas –frecuentemente aves– se acerquen. Como ya hemos comentado anteriormente, hay que escoger bien la colocación del hide: un abrevadero, un lugar donde se bañen los animales, donde descansen, donde encuentren comida...