Nuestros antepasados, humanos modernos, cuando migraron hacia Eurasia hace decenas de miles de años, se cruzaron con otros homininos arcaicos, como los neandertales y los denisovanos.
A lo largo de la humanidad se han identificado dos modos de vida aparentemente opuestos: un tipo de vida móvil de carácter nómada e itinerante y otro más estable y permanente, definido como sedentario.
Los humanos anatómicamente modernos representamos una síntesis evolutiva, biológica y cultural de nuestro género. La genética nos ha permitido contrastar la existencia de multitud de hibridaciones de las poblaciones que vivieron y convivieron con Homo sapiens fuera de África.
El País Valenciano es una tierra propicia para la paleontología porque la práctica totalidad de las rocas que afloran en superficie son de carácter sedimentario y, por lo tanto, susceptibles de poseer fósiles.