Verduras de verano y otros cultivos
Una selección de los artículos más estivales de «El Huerto de Roselló»
«El Huerto de Roselló» es una de las secciones clásicas de la revista Mètode: tres veces al año, el técnico agrícola Josep Roselló nos descubre información fundamental y datos curiosos sobre el cultivo de las verduras y hortalizas más típicas de las tierras valencianas. Con él, quien no se haya ensuciado nunca las manos de tierra puede aprender nociones básicas sobre cómo iniciar un cultivo en las mejores condiciones, y que este perdure en el tiempo. Para este verano, hemos preparado una selección de sus artículos dedicados a cultivos relacionados con el verano, y también con variantes valencianas en peligro de perderse o ser sustituidas por otras.
Las frutas y verduras del verano
Tomate, calabacín, berenjena, sandía… Son las verduras y frutas más esperadas y apreciadas de la temporada de verano. Josep Roselló nos ha hablado de ellas en varios artículos, como por ejemplo en «Berenjenas diseñadas para el verano», «Los calabacines del verano» o «Los pimientos del verano». En estos textos encontraréis información sobre sus variedades valencianas, cómo conseguir y conservar las semillas, y cómo proceder a plantarlas en vuestro huerto. Y, aunque puede que el verano no sea época para comer coles, tal y como nos recuerda Roselló: «Qui fa cols pel juliol, en menja quan vol» («quién sembra coles en verano, tiene para todo el año»). En este artículo, descubriréis cómo ocupar las horas muertas de este verano con un proyecto que os traerá coles por Navidad. Y si todavía tenéis tiempo, antes de volver de vacaciones, podéis intentar sembrar ajos tiernos, un cultivo típico de la comarca de La Costera y que ya en otoño puede ser cosechado.
La importancia de las variantes valencianas
A través de «El Huerto de Roselló», hemos descubierto también variedades tradicionales de hortalizas y frutos cuyo cultivo ha bajado drásticamente en los últimos años, hasta el punto de que corren peligro de desaparecer. Es el caso del cacahuete valenciano, una planta procedente de América y que fue cultivada en Europa por primera vez en Valencia. La producción de esta leguminosa adquirió gran importancia en tierras valencianas hasta el siglo XX, en que el aumento de las exportaciones supuso el declive del cultivo autóctono. Una situación similar es la que padece el célebre garrofó de la paella, una variedad diferente en color y textura de las alubias extranjeras, y que como alerta Josep Roselló, solo lo cultivan «unas pocas docenas de profesionales […] hasta el punto de que un grupo de cocineros y personas preocupadas están intentando protegerlo con una denominación de origen»
Sobre la protección de las variedades tradicionales valencianas, aprovechamos para recomendaros uno de los últimos artículos de la sección, que nos habla del nuevo Plan de Diversidad Agraria Valenciana de la Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural, orientado a la protección de «todas aquellas variedades antiguas de hortalizas, frutales y razas ganaderas que forman parte de nuestra historia y tradición». Una lectura muy interesante para reflexionar sobre los aspectos negativos de la agricultura moderna y cómo paliarlos a través de acciones conjuntas entre gestores, agricultores y consumidores.