Reviviendo a Arquímedes
El Hemisfèric estrena una ópera para planetario sobre el matemático griego
Arquímedes de Siracusa (c. 287 – 212 aC) fue un matemático, físico, ingeniero, inventor y astrónomo griego. Generalmente considerado el más grande matemático de la antigüedad y uno de los más grandes de todos los tiempos, anticipó el cálculo y el análisis modernos aplicando conceptos de infinitesimales y el método exhaustivo para obtener y probar rigurosamente un rango de teoremas geométricos, incluyendo el área de un círculo, la superficie y el volumen de una esfera y el área bajo una parábola.
Ahora, Arquímedes se ha convertido en el protagonista de una ópera con su nombre, Archimedes, compuesta por James Dashow, la cual se representó por primera vez en nuestro país el pasado 10 de junio, así como los días 10 y 12 de julio, y que se podrá ver de nuevo el día 18 de este mes en el Hemisfèric de la Ciutat de les Arts i les Ciències de Valencia, que colabora con esta iniciativa. Además, también colaboran el Instituto Superior de Enseñanzas Artísticas de la Comunidad Valenciana (ISEACV), el Conservatorio Superior de Música de Valencia y el Laboratorio de Sonología, la Escuela Superior de Arte Dramático (ESADV), los congresos científicos Proyecto europeo «Elusives/Invisibles», GR22/Amaldi13 e ICIAM2019, en coordinación con profesorado de la Universidad de Valencia. La coincidencia en 2019 de tres congresos europeos e internacionales de física y matemáticas ha suscitado el interés en su producción y representación como parte del programa social y cultural de estos congresos.
«Yo conocía la existencia de la ópera desde el periodo de su composición y había visto algunas de sus partes», explica Chantal Ferrer, actual directora del Departamento de Física de la Universitat de València y una de las organizadoras de la representación. «Los que trabajan en ciencia no pueden ser ajenos a lo que pasa en otros ámbitos como el artístico –añade Ferrer–, sobre todo cuando se elaboran temas científicos, cosa que actualmente es muy excepcional, o nos proponen, como en este caso, una reflexión sobre el uso de la ciencia, a lo que tampoco podemos ser ajenos.»
Archimedes es una ópera para planetario de música electroacústica contemporánea que conecta con importantes temas actuales de investigación física y matemática. Su compositor, el norteamericano James Dashow, es un autor de música electroacústica, música instrumental y ópera que ha recibido algunos de los premios más importantes en el campo de la música experimental. En esta obra, además de ofrecer vídeos sincronizados con la música, incluye una intervención de cantantes, mimos y un narrador que relata la historia sustituyendo las escenas no representadas.
Todo empieza con un enfoque galáctico, desde los inicios del tiempo, donde una voz en off nos explica como creó el universo, toda su materia, su luz, la Vía Láctea, el Sol y la Tierra. Esta voz es el Demiurgo, un hermafrodita que, además, se encarga de completar la orden de su creación confeccionando el ser humano. Pasado un tiempo, el Demiurgo decide dotar a un humano en concreto de una gran sabiduría científica y conocimiento matemático: el propio Arquímedes.
A partir de este punto, se relatan algunas anécdotas y hechos destacables de la vida del protagonista, extraídos de la biografía del general y cónsul romano Marco Claudio Marcelo, quien hace a su vez de narrador, escrita por el historiador griego Plutarco. Se evocan algunos episodios clave, como por ejemplo su descubrimiento del empuje hidroestático, la admiración que despierta su talento en Siracusa, la invitación del rey Hierón para posarlo al servicio de la ciudad, la desesperación de los siracusanos debida al asalto romano del propio Marcelo y como estos lo convencen de que los ayude, y la gran impotencia de los romanos al hacer frente a las máquinas creadas gracias a los grandes conocimientos de Arquímedes.
El narrador Marcelo le otorga empatía y un cierto orden al gélido caos que desprenden los efectos audiovisuales de la obra, los cuales representan el pensamiento activo de Arquímedes, lleno de figuras geométricas, medidas y proyecciones. Finalmente, es el propio Demiurgo quien, en vista de su experimento fallido, le proporciona la muerte al protagonista, puesto que «la intuición del científico acaba yendo más allá de las habilidades de asimilación de una humanidad indómita».
El surgimiento de la idea
Según explica James Dashow, todo empezó sobre la década de los años 80, cuando el autor de la ópera y un conocido suyo coordinaron la luz de unos láseres con uno de los vídeos con los cuales trabajaba Dashow, hecho que lo inspiró para crear un nuevo tipo de obra. Años después, James Dashow leyó Vidas paralelas, de Lucio Mestrio Plutarco, donde la Vida de Marco Claudio Marcelo presenta varias hojas dedicadas precisamente a Arquímedes de Siracusa, y decidió que esta sería la temática de su nuevo proyecto. En los años 90, el compositor topó con la idea de usar un planetario como teatro para una total inmersión en la experiencia, y la tecnología que empezó a desarrollarse durante la misma época se lo pudo permitir.
«En el momento en qué surgió este proyecto en construcción se trataba de una idea completamente nueva, pero, sin embargo, la tecnología audiovisual ha estado avanzando mucho en los últimos años y otra gente ha tenido ideas similares», afirma el autor de la obra. Un ejemplo se encuentra en la adaptación de Il mondo della luna, de Joseph Haydn, en el Planetario Hayden de Nueva York, pero, incluso en esta última obra, el elemento principal no se trataba de vídeos proyectados, como en el caso de la ópera Archimedes. Además, Chantal Ferrer señala que las manifestaciones artísticas en los últimos tiempos de tema científico o tecnológico han sido, entre otras, una ópera sobre Fritz Haber, denominada Zyklon, y la obra de teatro Copenhague, sobre Bohr y Heisenberg durante la Alemania nazi, pero son muy escasas.
James Dashow afirma haber contado con el asesoramiento científico del propio Arquímedes, puesto que se dedicó a estudiar todas sus obras, así como un par de novelas que recreaban la vida en Siracusa en sus tiempos. Dashow incluso llegó a visitar la ciudad italiana en busca de inspiración. En cuanto a las imágenes y vídeos empleados en la ópera, estos se encontraban disponibles en publicaciones en línia o revistas científicas como Scientific American, pero de cualquier manera no se dio ninguna interacción entre el autor de Archimedes y matemáticos o físicos actuales para crear la obra.
Hay que destacar también que la ópera Archimedes solo ha sido representada en fragmentos. Las escenas que marcaron su estreno al público tuvieron lugar en Nueva York a principios de la década de los 2000 y estuvieron versionadas en forma de concierto. La ópera se acaba de grabar en la misma ciudad donde nació, Nueva York, en su versión integral, y hay interés a hacer una representación también integral para un vídeo. A pesar de que su representación en Valencia también se trata de un fragmento, esta producción es la versión más completa de Archimedes que se ha realizado hasta el momento.
Archimedes en la capital valenciana
«Como muchas cosas en la vida, la casualidad y la pura coincidencia jugaron un papel muy importante al hacer que las cosas pasen», afirma el autor de la obra, James Dashow. El compositor y director de Sonología en el Conservatorio Superior de Música de Valencia, Gregorio Jiménez, conoció la ópera Archimedes desde que coincidió con James Dashow en Cracovia, mientras que Chantal Ferrer y Andrea Bombi, profesor del Departamento de Filología Francesa e Italiana de la Universidad de Valencia, escucharon hablar de ella a través de la familia. Los tres juntos han colaborado en llevar Archimedes al Hemisfèric de Valencia y encargarse de la producción de la misma, junto con la puesta en escena de Gregorio Jiménez Payá, director musical, y Andrés Moreno Valdivieso, encargado de la dirección escénica.
No se descarta la posibilidad de realizar más representaciones de la ópera en Valencia en el futuro, así como que se pudiera representar la ópera completa una vez esta esté finalizada.
«Muy pocas ciudades en el mundo tienen una excelente ópera junto con una instalación de planetario de vanguardia», afirma el compositor James Dashow. «En este punto, la decisión de volver a representar Archimedes solo recae en los responsables del teatro de la ópera».
Chantal Ferrer afirma que «sería muy interesante que esta primera representación en Valencia diera pie a otras con más medios y presupuesto. Después de estas representaciones en Valencia con resultados extraordinarios, podría ser asumida como producción propia para la programación de salas de concierto y ópera (y en colaboración con planetarios) locales, nacionales e internacionales».