Entrevista a Pampa García Molina

Jefa de redacción de la Agencia SINC

«Lo principal para un periodista es tener inquietud y preocuparse por comprender cómo funciona la ciencia»  

Pampa García Molina

Pampa García Molina es periodista especializada en ciencia y tecnología y vicepresidenta de la Asociación Española de Comunicación Científica (AECC). Licenciada en física, es actualmente coordinadora y redactora jefe de la Agencia SINC (Servicio de Información y Noticias Científicas). Partiendo del principio de que información no es lo mismo que divulgación, «lo que hacemos es localizar una investigación o proyecto innovador y lo convertimos en noticia para que llegue a los medios nacionales» señaló. Por ello los contenidos de SINC tienen una licencia Creative Commons 3.0, lo que significa que pueden ser utilizados siempre que se les cite como fuente. Desde 2011 SINC ha experimentado un crecimiento del 145% en visitas a su página web y cuenta con una audiencia estimada de cinco millones y medio de personas en todo el mundo.

Hablemos del papel de las agencias de noticias en la divulgación científica. ¿Pueden influir en la configuración de la agenda mediática, teniendo en cuenta su papel de proveedoras de noticias?
La capacidad de influencia es evidente: lo que saca una agencia llegará a los medios. Muchos centros de investigación saben que si la agencia SINC elabora la información que ellos producen y la difunde a través de la web, llegará mucho más lejos que si envían notas de prensa directamente al correo de los periodistas. Es que a los medios les da más confianza el hecho de saber que esa información proviene de una agencia consolidada como una referencia en el rigor informativo. Por ejemplo un caso reciente tuvo que ver con el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM) cuya quinta versión se publicó hace poco en Estados Unidos. En España no se había hablado nada sobre esto, pero a raíz de que en SINC le dimos un tratamiento en profundidad empezó a salir información en castellano. Lo cierto es que tenemos una fuerte responsabilidad hacia la sociedad porque continuamente seleccionamos lo que nosotros consideramos que hay que contar sobre ciencia e investigación.

¿Piensa que es necesaria esta mediación de las agencias entre científicos y periodistas?
Lo que es necesario es que se haga bien. A día de hoy, es inevitable que de una manera u otra la ciencia acabe en los medios, contada por periodistas especializados o no, porque los centros de investigación ya han asumido que tienen que explicar a los ciudadanos lo que hacen y cuentan con unidades específicas preparadas para eso. Pero si los medios no cuentan con profesionales preparados y formados para contar la ciencia, no se hará una interpretación efectiva y saldrá publicado de cualquier manera.

«La agencia SINC puede ser un filtro, pero los medios confían en él porque nos utilizan como fuente de información»

Al hilo de esto, usted es licenciada en física. ¿Cree que la formación científica es requisito indispensable para un periodista que trabaja estas cuestiones?
En absoluto, eso me parece un mito. ¿Qué hace falta para ser un periodista científico? Saber contar historias y tener la paciencia, curiosidad y ganas para comprender qué es eso tan complicado de lo que tienes que hablar cuando ni siquiera tú lo entiendes. Además, la ciencia es un campo tan extenso… ¿Qué disciplina estudias? Lo que sí es cierto es que, en mi caso, mi formación me ha ayudado a enfrentarme a la lectura de información sobre física sin tener miedo. Y si a la primera no lo entiendo, me lo tomo con humor en lugar de asustarme. Pero lo principal para un periodista es tener inquietud y preocuparse por comprender cómo funciona la ciencia.

Como intermediarios de la comunicación entre científicos, medios de comunicación y ciudadanos, ¿podría existir el riesgo de que las agencias se conviertan en un filtro que contribuya a la distorsión no malintencionada de los hechos científicos?
Nosotros trabajamos de la manera más honesta posible. Es cierto que la selección de la información no está libre de opinión, pero quiero creer que su elaboración e interpretación sí, aunque a veces no resulta nada fácil. Claro que lo que llega a los periodistas ya ha pasado por el filtro de SINC, pero también es cierto que esos medios confían en nuestro filtro, porque de otro modo no nos utilizarían como fuente de información. Pero además, es que el periodista debería reelaborar la información que le llega de agencia, y tener el tiempo suficiente para hacer un par de llamadas y contrastar los datos y contextualizarla.

«No podemos pretender que el lector se concentre cuando lee información sobre ciencia: no está estudiando»

El leitmotiv de la agencia SINC es «la ciencia es noticia». ¿Cuándo se convierte la ciencia en un fenómeno noticioso?
Por varias razones, aunque es muy difícil que llegue a portada a no ser que se produzca un fenómeno que alerte a la sociedad. Por ejemplo, en una situación de catástrofe: ha habido casos bastante sonados como la crisis del pepino, la carne de caballo o el desastre de Fukushima. En este último caso incluso llega a portada. También los grandes hallazgos científicos han protagonizado portadas, como el bosón de Higgs o la llegada del Curiosity a Marte. Pero en realidad estas hazañas lograron tanta cobertura por el enorme equipo de comunicación que tenían detrás. Muchas otras veces, las investigaciones se convierten en noticia porque hay periodistas detrás que consiguen hacer la información accesible y comprensible, y a la vez que la sociedad se sienta implicada.

Usted ha afirmado en otras ocasiones que las agencias especializadas en comunicación científica intentan «jugar entre lo riguroso y lo atractivo». ¿Cómo se consigue?
Ese es uno de los problemas clave del periodismo científico. No se puede pretender que el lector se concentre mientras lee información sobre ciencia, porque no está estudiando ni se va a examinar de ello. Así que al periodista más le vale conseguir que el artículo le entre por los ojos. No obstante, perder el rigor es un riesgo enorme que se corre. Conseguir el equilibrio es muy difícil, es cuestión de experiencia, paciencia y diálogo entre las personas de la redacción. Sin ir más lejos, yo consulto a menudo mis titulares.

© Mètode 2013