Recorrer la historia de la ciencia a lomos de la literatura
El Centro Octubre de Valencia acoge la mesa redonda 'La ciencia y la literatura'
«La medicina es mi esposa y la literatura mi amante. Cuando me canso de una, paso la noche con la otra». El autor de esta metafórica cita no es otro que Antón Chéjov, escritor del siglo xix que compaginaba su carrera literaria con la medicina. Ahora, en el siglo xxi, el químico y periodista Xavier Duran, ganador de varios premios literarios por L’individu transparent, ha publicado un libro denominado La ciència en la literatura que comienza con la famosa cita de Chéjov. El sábado 21 de noviembre el Octubre Centre de Cultura Contemporània de Valencia acogió la presentación de este libro, dentro de la «XVII Semana de la Ciencia».
«’La ciència en la literatura’ se puede describir como un viaje a través de la literatura desde Homero hasta los autores contemporáneos en busca de toda referencia a la ciencia en las distintas épocas»
Otras actividades programadas eran la presentación del último número de la revista Mètode en el Bar de Ciencias o la iniciativa «Encuentros con la maleta de la ciencia», un recurso didáctico para escuelas y familias.
A propósito de la presentación del libro de Xavier Duran, con el subtítulo Un viatge per la història de la ciència vista per escriptors de tots els temps, se celebró la mesa redonda ‘La ciencia y la literatura’, que contó también con la presencia de escritores de renombre como Martí Domínguez, director de la revista Mètode, biólogo, periodista y autor de libros como La sega, El somni de Lucreci, El fracassat o El regreso de Voltaire, y de Anna Moner, artista plástica y licenciada en Historia del Arte. Anna Moner fue galardonada el año pasado con el Premi Alfons el Magnànim de Narrativa por la obra El retorn de l’hongarès, con interesantes aspectos de la historia de la ciencia y del arte en el trasfondo. El moderador fue Juli Peretó, profesor de Bioquímica y Biología Molecular e investigador del Instituto Cavanilles de Biodiversidad y Biología Evolutiva de la Universitat de València.
«Piensas que las alusiones a la ciencia son anecdóticas pero poco a poco te das cuenta de que la ciencia es un elemento esencial a la hora de plasmar las historias y recrear el contexto de la época»
(Xavier Duran)
El libro La ciència en la literatura se puede describir como un viaje a través de la literatura desde Homero hasta los autores más contemporáneos en busca de toda referencia a la ciencia en las distintas épocas. Como señala su autor, la motivación de escribir este libro ha sido el reencuentro entre la ciencia y la literatura. Para llevarlo a cabo ha utilizado toda una serie de citas, metáforas y referencias literarias que ha ido encontrándose a lo largo de mucho tiempo en las distintas obras que ha ido leyendo de la literatura universal y que ha recopilado. «Piensas que las alusiones a la ciencia son anecdóticas pero poco a poco te das cuenta de que la ciencia es un elemento esencial a la hora de plasmar las historias y recrear el contexto de la época», explica Xavier Duran.
Dentro del análisis que se hace en el libro encontramos autores muy apasionados por la ciencia y otros que son muy críticos. Por ejemplo, Dostoievski era un autor muy reacio a los adelantos de la ciencia del momento. También encontramos literatos como Molière o Quevedo, que expresan mediante sus obras su oposición a la medicina. En cambio, se explica que Thomas Mann tenía una visión mucho más optimista de la medicina y que trataba de establecer una visión entre médicos y pacientes. Un ejemplo de cómo se ilustra esta doble percepción de la ciencia viene de la mano del ferrocarril, un invento diabólico y deshumanizador para algunas personas pero también innovador y moderno para otras.
«No somos conscientes de la divulgación científica que hacen las novelas, pero no solamente se aprende ciencia leyendo tesis y yendo a conferencias. Que la ciencia llegue a un público más amplio es una gran aportación de estos autores», explica Xavier Duran. «Se piensa que los grandes autores de la literatura universal no tenían ningún interés por la ciencia, pero no es así. Hay que explicarlo, por eso es fundamental encontrar la ciencia en el lugar donde no la buscaríamos», añade.
«El libro introduce la literatura catalana dentro del análisis científico de la literatura universal y nos descubre autores como Salvat-Papasseit y Josep Pla de una manera muy sutil, sin resultar forzada»
Tanto Martí Domínguez como Anna Moner elogiaron el libro, describiéndolo como una buena herramienta para buscar puntos en común especialmente entre la gente que no viene del mundo de la ciencia y la que sí, y también como un libro de consulta importante desde el punto de vista académico. Además, el libro introduce la literatura catalana dentro del análisis científico de la literatura universal y nos descubre autores como Salvat-Papasseit y Josep Pla de una manera muy sutil, sin resultar forzada.
Después de la presentación del libro se abrió el turno de palabras, que comenzó Martí Domínguez señalando la idea de la distinción entre ciencia y literatura. Según explicó el director de Mètode, Goethe estaba convencido que pasaría a la historia por sus descubrimientos científicos y ahora es uno de los autores clave del romanticismo en el ámbito internacional, mientras que Galileo era un excelente retórico de la ciencia.
Entonces, ¿cómo podemos saber exactamente qué es literatura y qué es ciencia? Para Martí Domínguez la respuesta no está nada clara, puesto que «la línea entre literatos que hacen ciencia y los científicos que hacen literatura es muy difusa». También apuntó que la calidad del estilo es muy importante, tanto a la hora de contar una historia como de explicar un nuevo invento científico. Anna Moner introdujo la idea de la importancia de mirar la literatura también desde el punto de vista artístico y de nutrirse mutuamente todas las ramas: literatura, ciencia y artes. «Desde la perplejidad miro la ciencia e intento nutrir los personajes.
«La información que hay en las redes es muchísima, suficiente y necesaria para que todos estemos mejor informados, pero en cambio, parece que el conocimiento quede en un segundo plano»
Esto me permite abrir la mirada y pisar territorios más inestables, pero yo aplico a mi literatura cuestiones plásticas. Es lo que me define y quiero tenerlo y conservarlo», remarcó la artista.
Otro concepto que se debatió en la mesa fue el abismo que hay en la actualidad entre literatos, científicos y comunicadores. La información que hay en las redes es muchísima, suficiente y necesaria para que todos estemos mejor informados pero, en cambio, parece que el conocimiento quede en un segundo plano. Tal como apuntó Martí Domínguez, «falta una visión moderna de autores que reflexionen sobre la naturaleza humana, porque se sabe mucho más de lo que se escribe». Además, lanzó una idea provocativa al público: «Si queréis escribir, leed ciencia».
Por último, Xavier Duran estableció un paralelismo entre ciencia y literatura comparándolas con dos líneas paralelas que nunca se encuentran: «Dentro de esta gran esfera que es el planeta no tienen que llegar solamente a tocarse, sino que tienen que hacerlo mucho antes». A este comentario Anna Moner contestó: «Son diferentes miradas del mundo que se tienen que encontrar en un cruce para que este pueda avanzar».