Diálogo a dos bandas sobre la crisis climática
El Oceanográfico acoge un debate sobre el impacto del cambio climático.
El cambio climático es una problemática cada vez más grave en nuestra sociedad, y está generando un gran impacto en la biodiversidad del planeta y en nuestra forma de relacionarnos con él. En palabras de Fernando Valladares, investigador del CSIC y profesor de Ecología en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, «hemos convertido un planeta vivo en un sistema de producción global y eso tiene consecuencias».
El Auditorio del Mar Rojo del Oceanográfico acogió el pasado jueves una nueva jornada del ciclo Marea del Cambio, donde dos expertos debatieron el impacto del cambio climático y el futuro del planeta desde dos perspectivas muy diferentes, desde el ámbito de la ecología y desde la economía. En el evento participaron el investigador y profesor Fernando Valladares y José Carlos Díez, economista y profesor en la Universidad de Alcalá.
Fernando Valladares alertó de que, aunque producimos una gran cantidad de comida y energía, hemos traspasado seis de los nueve límites planetarios, entre ellos el uso inadecuado el agua. Según el profesor de Ecología, la población actual «está consumiendo los recursos de la próxima generación, causando una deuda ecológica transgeneracional». El científico argumentó que la sociedad produce más de lo necesario, cuando «la humanidad necesitaría la mitad de lo que consumimos para ser felices.» En este sentido, lamentó que el ser humano «es una criatura que parasita y compite». «Es difícil ir en contra de nuestra naturaleza biológica», añadió. Y, ¿por qué no damos un paso hacia el cambio antes de que sea demasiado tarde? Valladares consideró que se debe a que «tenemos miedo y, hasta que no se tome conciencia de la magnitud del problema, no habrá valor para cambiar». «Estamos en el ciclo de gente anestesiada que vive en condiciones fáciles», denunció. El profesor alegó que «no vamos a cambiar nada sin emociones», porque, aunque «la realidad es oscura y lóbrega, si no nos planteamos logros de altos vuelos no va a suceder nada», continuó.
Valladares apostó por la política de decrecimiento debido a la colisión de la situación climática y social actual con el sistema económico imperante. Un sistema que, según José Carlos Díez, «va en contra de la sociedad», lo que hace necesario «un mayor desarrollo tecnológico y el desarrollo de las energías renovables», así como «educar a las próximas generaciones en sostenibilidad». No obstante, y a diferencia de Fernando Valladares, el economista se mostró en desacuerdo con la opción del decrecimiento. «Somos como somos y no vamos a cambiar», aseguró, y se mostró tajante: «el decrecimiento no va a funcionar». Según el profesor, es necesario «aplicar la racionalidad y el sentido común» y, continuó, «nadie debería estar en contra de la Agenda 20/30 cuando el primer ODS es hambre cero». Para el experto, el sistema actual se basa en los precios viables y competitivos, y «si un pesticida tradicional es más económico que un compuesto biorgánico y sostenible, la gente comprará el primero. Si ambos costaran lo mismo el consumidor tomaría otra decisión.»
La escasez de agua hoy en día y el reparto no equitativo de los recursos hídricos fue uno de los temas más comentados del debate. Aunque ambos expertos coincidieron en la rentabilización de las actividades agrícolas, el reparto y uso de este recurso generó puntos de vista diferentes para ambos expertos. Mirando hacia el futuro, el economista reflexionó que «habrá un avance en renovables sin precedentes» aunque consideró que «actualmente no hay una buena gestión del agua». Por su parte, el profesor de Ecología declaró que se necesita «la mejor versión de todos» y subrayó la necesidad de «entender la gravedad de la situación», lo que implica un «retorno a la naturaleza, a los demás y a nosotros mismos». En lo que estuvieron de acuerdo ambos ponentes es que solo tomando una conciencia real del problema podremos avanzar y tomar un nuevo rumbo como sociedad.
