Para la generación de científicos españoles del primer tercio del siglo xx, ciencia y educación formaban un binomio inseparable, absolutamente imprescindible en el proceso de construcción de la ciudadanía libre. Este era el espíritu de la Escuela Moderna fundada por el libertario Ferrer i Guàrdia, y también el ideario de la Institución Libre de Enseñanza (ILE) de Giner de los Ríos, que tanta influencia tuvieron desde 1910 en el impulso a la investigación científica y la modernización de España. Ciencia y educación eran instrumentos clave para superar las supersticiones y las desigualdades entre hombres y mujeres. También para regenerar un país anclado en la decadencia y en mitos gloriosos sobre el pasado.
En este ambiente intelectual se educó Margalida Comas, bióloga y pedagoga, nacida en Alaior (Menorca, 1892) en el seno de una familia liberal. Su padre estaba vinculado a la ILE. Obtuvo el título de maestra en 1911 en la Escuela Normal de Palma, y pasó a la Escuela Superior de Magisterio de Madrid (1912), al mismo tiempo que participaba en las prácticas de química del Museo Pedagógico Nacional de la capital. Acabó sus estudios de magisterio en 1915 y se incorporó como profesora de física, química y ciencias naturales a la Escuela Normal de Santander, y después a la de Tarragona (1922).
En 1920 Margalida disfrutó de una pensión de la Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas para estudiar botánica, química y física en el Bedford College de Londres. Poco después ingresó en la Real Sociedad Española de Historia Natural (1924) y se licenció en Ciencias Naturales en la Universidad de Barcelona. En 1925 se desplazó a París para realizar una tesis doctoral sobre «La biología de Chironomus thummi y su parásito Paramermis contorta», con la que obtuvo el doctorado en 1928.
«Margalida Comas planteaba crear un sistema educativo nuevo hecho a la medida de hombres y mujeres»
Margalida Comas hizo aportaciones tanto a las ciencias naturales como a la pedagogía, como muestran sus numerosas publicaciones en la Revista de Pedagogía. Participó activamente en las comisiones creadas para la reforma de la enseñanza en Cataluña y también en el VI Congreso Internacional de la Liga de la Educación Nueva (Suiza, 1929). Desde el inicio de su vida académica contribuyó a la difusión de métodos pedagógicos innovadores, como el método Mackinder, y las nuevas corrientes de la pedagogía británica. Durante estos años asistió a congresos internacionales en Niza y Dublín, impartió clases en el seminario de pedagogía de Barcelona, organizó cursos en la Universidad Internacional de Santander y fue profesora en la Facultad de Filosofía y Letras de Barcelona.
Margalida Comas apostaba con firmeza por la coeducación. Con el neuropsiquiatra Gonzalo Rodríguez Lafora publicó el libro La educación sexual y la coeducación de los sexos, en el que defendía no solo la integración de las mujeres en el universo masculino de la educación, sino que planteaba crear un sistema nuevo hecho por igual a la medida de ambos.
Con el golpe militar del 1936 y el inicio de la guerra, se vio apartada de su familia y forzada al exilio. Viajó a Inglaterra, donde fue profesora de biología en la Dartingthon Hall Scholl de Devon hasta su jubilación en 1959. También participó en las actividades del Instituto Español Republicano. Murió en Exeter en 1973. En enero de 2018 su labor científica y pedagógica ha sido reconocida por el Ayuntamiento de Maó, que la ha nombrado hija ilustre de la ciudad, haciendo así un merecido acto de restitución histórica. El Gobierno de la Generalitat de Cataluña ha impulsado también el Programa Margalida Comas i Camps, en el que participan todas las universidades catalanas y que tiene como objetivo modernizar los métodos de la docencia universitaria.