Las hierbas acompañantes

El huerto de Roselló

Puedo aseguraros que, de todas las actividades en nuestro huerto, la faena más costosa es eliminar las hierbas espontáneas que nacen, crecen y se multiplican entre nuestras verduras. Nos da más trabajo que la preparación de la tierra, que la fertilización y el riego; incluso la sanidad de nuestros cultivos pide menos dedicación. Arrancar la maleza es un trabajo que no se acaba nunca.

Pero no podemos dejar de controlarla. A pesar de ser partidarios de la biodiversidad en el huerto, las hierbas acompañantes no pueden convivir con nuestras plantas, ya que competirían por el agua, los nutrientes y la luz. El sitio de las hierbas está en los ribazos, caminos y donde no hay cultivo.

Las plantas cultivadas aumentan de tamaño y acumulan reservas nutritivas si las cuidamos de forma apropiada, quitándoles la competencia y poniendo a su disposición todos los recursos disponibles en la parcela. Son más delicadas que las silvestres, que son muy competitivas y aprovechan cualquier espacio o recurso disponible. Además, estas últimas crecen rápidamente con varias estrategias de multiplicación y sufren menos plagas y enfermedades. Así eran las plantas de cultivo antes de que las domesticáramos.

Hay que conocerlas bien porque las hay de muchos tipos: anuales, bienales o plurianuales, según el tiempo que viven. Evitaremos que florezcan las que se reproducen por semilla, y agotaremos las que se multiplican por órganos subterráneos para que no rebroten. Las especies que crecen en primavera y verano son más difíciles de eliminar que las que se presentan en otoño y en invierno. Las peores son algunas gramíneas como la juncia (Cyperus rotundus), la grama (Cynodon dactylon) o el sorgo (Sorghum halepense). No plantaremos verduras en un huerto si antes no las hemos controlado, porque imposibilitan el cultivo normal.

Evitemos denominarlas malas hierbas porque no lo son. En este grupo tan diverso encontramos desde espontáneas alimentarias, que se han utilizado tradicionalmente como alimento de personas y ganado, hasta plantas aromáticas y medicinales. Además, las plantas no deseadas realizan funciones útiles dentro del sistema agrario: por ejemplo, protegen el suelo de la erosión y el impacto de la lluvia; capturan nutrientes de la tierra y los dejan en la superficie al morir; sirven de refugio a fauna auxiliar en el control sanitario de los cultivos y su floración es útil a las abejas; y, finalmente, pueden ser indicadores del estado de la tierra cuando se presentan en abundancia. Así, la ortiga (Urtica spp.) y el bledo (Chenopodium ssp.) pueden indicar exceso de nitrógeno; la acedera (Rumex acetosa), suelos ácidos; la verdolaga (Portulaca oleracea), desequilibrios en el potasio, y la cola de caballo (Equisetum arvense), tierras mal estructuradas o anegadas.

Después de tanto tiempo conviviendo con ellas, los agricultores han encontrado numerosas técnicas de control. Entre las preventivas tenemos una buena rotación y asociación de cultivos, o el trabajo de la tierra o la falsa siembra, es decir, preparar el suelo como si fuésemos a sembrar pero no hacerlo, sino volver a trabajarlo para eliminar las silvestres que han crecido. También es importante una fertilización equilibrada –con estiércol o compuesto muy maduro y sin semilla de hierbas acompañantes–, ya que un exceso de nutrientes atrae a las espontáneas, así como una densidad de siembra o plantación adecuada. Por último, tenemos la técnica del acolchado, que consiste en cubrir el suelo, excepto el cultivo, con un material que impida que la luz del sol llegue al suelo, y anular así las adventicias. Entre las técnicas de control directo están las acciones mecánicas: arrancar o cortar las plantas no deseadas con varias herramientas, como la desherbadora, el motocultor…

Las técnicas directas son inevitables y complementan las preventivas. Pero siempre oportunamente, como aconsejan los labradores viejos: «Has ir por delante de la maleza, y actuar cuando es pequeña; si llegas tarde, cuesta más trabajo y el resultado es peor».

© Mètode 2022 - 113. Vida social - Volumen 2
Técnico agrícola. Estación Experimental Agrícola de Carcaixent.