El crecimiento indefinido, premisa y objetivo de la civilización desde hace dos siglos, ya no es viable. Así de claro lo deja el socioecólogo Ramon Folch (Barcelona, 1946) en su último libro, La quimera del crecimiento (RBA, 2011). Esta conclusión no es ideológica, dice Folch, sino básicamente científica, fundamentada en los límites objetivos de los recursos del planeta.