Educar para promover la acción contra el cambio climático
Presentación de la Cátedra de Cultura Científica para la Emergencia Climática de la Universitat
Si disponemos información sobre la crisis climática y si hay consenso sobre aquello que hay que hacer, ¿por qué no actuamos y pasamos a la acción? ¿Sabemos cómo utilizar aquello que sabemos para actuar en nuestro contexto? A veces, la abundancia y diversidad de fuentes nos puede confundir, podemos tener una idea equivocada de conceptos como efecto invernadero, agujero en la capa de ozono o sumideros de carbono, por citar algunos. En otras ocasiones, invadidos por un sentimiento de impotencia, podemos pensar que nada de lo que hagamos cambiará la crisis climática que nos afecta y que –según la UNESCO– constituye el principal reto de nuestra época.
La Cátedra de Cultura Científica para la Emergencia Climática de la Universitat de València, que se presentó ayer en el Jardín Botánico de València, pretende ser una herramienta que ayude a promover la acción individual y colectiva contra el cambio climático a través de la formación y la investigación. Una herramienta que tenga en cuenta el carácter múltiple que requiere abordar este tema: «el hilo conductor es el cambio climático, pero no de forma aislada porque está relacionado con muchos factores», según destacó Olga Mayoral, profesora del Departamento de Didáctica de las Ciencias Experimentales y Sociales de la Universitat de València y directora de la Cátedra.
La presentación de la Cátedra, impulsada per la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición ecológica y la Universitat de València, contó con la participación de Francesc Alòs, director de responsabilidad social de Caixa Popular, entidad que ofrece su apoyo al organismo; Jaime Güemes, director del Jardín Botánico de la Universitat de València; Celsa Monrós, directora general de Cambio Climático de la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica; Rosa María Donat, vicerectora de Transferencia e Innovación de la Universitat de València; y la responsable de la Cátedra, Olga Mayoral.
El proyecto, tal y como explicó Jaime Güemes, es la culminación de la tarea d’educación ambiental iniciada hace años en el Jardín Botánico y que tomó impulso cuando el centro acogió al consorcio europeo Climate-KIC y se pudieron establecer sinergías y colaboraciones. Incidiendo en esta idea, la vicerrectora de Transferencia e Innovación de la Universitat de València destacó que «educar sobre las causas y las consecuencias del cambio climático ayuda a actuar contra este». También Celsa Monrós, directora general de Cambio Climático, señaló que las actuaciones intentan abarcar tres aspectos: la reducción de las causas, la adaptación a los impactos que ya estamos sufriendo, y la formación y sensibilización desde una perspectiva científica.
Un trabaja de toda la sociedad
El cambio climático no tiene una solución única y hay que dar respuestas desde varios ámbitos como el legislativo, pero también desde el académico en cuestiones como la investigación, la formación, y la transferencia del conocimiento y su difusión.
La investigación permite avanzar en el conocimiento, pero también fundamentar en la evidencia científica aquello que se hace. Por ejemplo, algunos estudios muestran que saber qué acciones individuales podemos llevar a cabo para mitigar la emergencia del clima nos puede ayudar a reducir la ansiedad climática. Esto puede ser un indicador para evitar los discursos negativos que puedan llevar a la inacción y, en cambio, plantear propuestas para que las personas puedan planificar cómo hacer frente al cambio climático. «Tenemos que ver de qué forma se introducen los temas para que los niños y jóvenes lo integren como acciones posibles y no como algo inabordable», aseguró la directora de la Cátedra.
Igualmente, se destacó la importancia de continuar con el trabajo con primaria y secundaria, así como con el profesorado en formación (a través de los grados y másteres implicados). También se insistió en la necesidad de formar al alumnado y el profesorado universitario, sin olvidar la educación no reglada que permite llegar al conjunto de la sociedad.
A la presentación de la Cátedra de Cultura científica para la Emergencia Climática de la Universitat de València acudieron numerosos representantes de entidades educativas y medioambientales que participaron y tomaron la palabra al final del acto. Las personas que intervinieron coincidieron en la necesidad de seguir trabajando de manera colaborativa contra el cambio climático, que nos afecta a toda la sociedad y ante el cual no podemos permanecer instalados en la inacción.