Casi 500 investigadores se concentraron en Valencia para apoyar las acciones contra los recortes en I+D+i, organizadas por el colectivo científico de toda la geografía nacional. El sector de la investigación decide añadirse así a las protestas del conjunto de la sociedad contra las medidas de austeridad que está emprendiendo el Gobierno de Mariano Rajoy desde que ganó las elecciones, contribuyendo a avivar más, si cabe, la tensión en la calle.
Tanto científicos provenientes del ámbito universitario como personal proveniente de organismos públicos de investigación se citaron en el centro de la capital valenciana para defender la pervivencia de la ciencia pública. El punto de encuentro, la estación del Nord, comportaba un claro simbolismo: «coger el tren de la dignidad para denunciar que el Gobierno español insta a reducir la inversión pública en investigación», según la organización.
Desde las redes sociales ya se trabajaba hace días para dar difusión a la convocatoria, y a demás se animaba a los asistentes a acudir enfundados en la bata de laboratorio y maleta en mano. El objetivo era una crítica, en cierto modo, a la huida de cerebros que se está dando entre los científicos, especialmente entre el colectivo de los más jóvenes. Estos son en gran medida los más perjudicados por el estancamiento del sistema de investigación, y por eso se contaron entre los asistentes más numerosos a la congregación.
Entre los concentrados, mayoritariamente jóvenes, también se entreveían caras conocidas, como la investigadora del Centro Príncipe Felipe, Consuelo Guerri. Esta científica acaparó mucha atención mediática cuando decidió destinar el importe de un premio a cubrir la beca predoctoral de un miembro de su grupo de investigación. También acudieron a la protesta numerosos profesores de la Universitat de València, como el catedrático y director del grupo de investigación de Genética Bioquímica y Biotecnología, Juan Ferre. De hecho, el científico se presentó con su grupo de investigación.
Bajo el lema «Con I+D+i sí hay futuro», los investigadores se congregaron a mediodía para denunciar que el gasto española en ciencia cayó en 2011 al 1,33% del PIB, cifra que sitúa en nuestro país por debajo de la media de la Unión Europea. Por otro lado, la financiación pública del i+D+i se ha recortado en un 31% durante los últimos dos años. Y el 2013 pinta aún más negro, ya que la viabilidad de los centros públicos de investigación y los recursos universitarios para la investigación es más reducida con cada recorte. Los científicos se quejaron también de los retrasos en las convocatorias de investigación, porque «cuando te dicen que resultas beneficiario de una beca, el proceso ya está caducado o ya has perdido un año de beca», explica Carles Palanca, becario predoctoral.
«Los jóvenes, los más perjudicados por el estancamiento del sistema de investigación, fueron los asistentes más numerosos»
Desaprovechamiento de jóvenes talentos
Pero además, la reducción del número de becas predoctorales deja desamparadosa muchos acabados de licenciar, que ven truncadas sus posibilidades laborales y profesionales. Así, la falta de recursos ha llevado a muchos jóvenes a abandonar el país y buscar mejores expectativas de futuro en el extranjero. Esta huida compromete la competitividad española porque vacía el territorio de masa gris. Talentos formados y pulidos con recursos propios de los que se benefician otros países, como ya han denunciado profesores de la Universitat de València en numerosas ocasiones.
A raíz de la concentración den defensa de la ciencia, los investigadores trataron de llamar la atención de la sociedad en este aspecto, y advirtieron que «si los políticos continúan haciendo caso omiso a nuestras reivindicaciones, acabaran aniquilando el sistema español de ciencia y tecnología». Porque, como repiten hasta la saciedad, la investigación científica es «clave» para asegurar el «futuro, el progreso y el bienestar» de nuestro país.
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