Los efectos del periodismo sobre la salud de la ciudadania

Dolors Padrell, Jaime Prats y Martí Domínguez debaten sobre la salud en los medios de comunicación 

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salut_mdc_portadaAlba Rico
De izquierda a derecha, Josep Lluís Barona, Dolors Padrell, Martí Domínguez y Jaime Prats.

¿Hasta qué punto los medios de comunicación son capaces de influir en la imagen pública de la salud? ¿De qué forma contribuye el periodismo para hacer de la salud un elemento de dinamización social? Estas son las dos preguntas con las que se inició «La salud en los medios de comunicación», una mesa redonda organizada por la Sociedad Valenciana de Ciencias de la Salud Joan Baptista Peset y que tuvo lugar en el Octubre Centre de Cultura Contemporània el pasado 17 de diciembre. Josep Lluís Barona, catedrático por la Universitat de València en Historia de la Ciencia y moderador de el acto, fue quien planteó estas preguntas introduciendo ideas clave del binomio salud y medios de comunicación.

En la mesa redonda se ofreció una amplia visión de la situación comunicativa de la medicina y la ciencia en la sociedad actual. Para llevarlo a cabo participaron tres ponentes: Dolors Padrell, médico de atención primaria; Jaume Prats, jefe de prensa de la Conselleria de Sanitat, y Martí Domínguez, periodista, doctor en Biología, director de la revista Mètode y autor de libros como El somni de Lucreci y El retorn de Voltaire.

Por una parte, en el acto se trató el papel de los medios de comunicación como un elemento clave en la sociedad actual, una herramienta fundamental de poder y de creación de una ciudadanía capaz de influir en las conductas, ideas e incluso en las pautas de comportamiento de las personas. Por otra parte, se remarcó la idea de que la salud es el indicador más expresivo del grado de desarrollo de una sociedad. «Una sociedad sana es una sociedad desarrollada», afirmó Josep Lluís Barona.

Dolors Padrell ofreció su perspectiva de profesional médica, habló de la historia de la medicina y de la tarea tan importante que juegan los medios de comunicación a la hora de transmitir a la sociedad los avances científicos y médicos, una función que trae consecuencias directas en la salud de la ciudadanía. «Son necesarios los medios de comunicación para plasmar la comprensión pública de la ciencia», añadió.

Por otro lado, Padrell explicó como incluso se pueden llegar a fabricar epidemias o «enfermedades imaginarias» cuando aparece un nuevo tratamiento o un nuevo método de diagnóstico y se define una nueva enfermedad. Para ilustrar esta idea, puso como ejemplo el colesterol como factor de riesgo para sufrir un infarte. La relación que existe entre las personas que tienen colesterol y que han sufrido un infarto es más alta que entre las que no lo tienen, pero esto no significa que todas las personas que han padecido un infarto tengan colesterol.  Los medios de comunicación no han ayudado a transmitir esta idea de una forma honesta. «La industria farmacéutica se ha aprovechado muchas veces de esta situación de desinformación por parte del paciente y ha llegado incluso a hacer márqueting entre los médicos», explicó.

«La salud es el indicador más expresivo del grado de desarrollo de una sociedad»

«La industria farmacéutica ha aprovechado muchas veces la situación de desinformación por parte del paciente y se ha llegado incluso a hacer márqueting entre los médicos»
(Dolors Padrell)

 

salut_mdc_dinsAlba Rico
 

Jaume Prats trasladó su experiencia como jefe de prensa de la Conselleria de Sanitat y como redactor de El País en su intervención durante la conferencia. El periodista dio especial importancia a la progresiva dificultad que aborda un profesional de la comunicación y del periodismo cuando tiene que escribir sobre la ciencia. Por un lado, recalcó que la crisis del sector es un problema esencial que ha propiciado el despido masivo de muchos periodistas científicos, primera víctima de la crisis. Podemos afirmar que ahora miso la mayoría de medios de comunicación generalista se encuentran huérfanos en expertos de sanidad porque son los primeros a los que se ha despedido. Además, la polivalencia que se exige actualmente a los periodistas no favorece la especialización concreta del profesional y perjudica el periodismo de calidad, que se vuelve completamente banal y vacío. Prats profundizó en el tema de internet i las consecuencias reales que este ha traído al periodismo. Su postura fue clara respecto a las redes: «Internet es incompatible con las buenas historias periodísticas», aseveró.

A continuación, Martí Domínguez intervino en la mesa aportando ejemplos sobre como se han abordado las últimas crisis sanitarias en los medios de comunicación. El director de Mètode habló sobre la mala comunicación en salud en momentos tales como la epidemia de las vacas locas, la gripe porcina o el Ébola. También tachó de «espectáculo dantesco» y de «situación horrorífica» la reacción de incapacidad absoluta que tuvieron las instituciones y el Ministerio de Sanidad cuando abordaron estas crisis. El periodista se mostró pesimista y decepcionado respecto a la situación del periodismo especializado en salud, agravada por la crisis económica y el cambio del modelo de papel al digital.

Asimismo, remarcó la falta de especialización de algunos periodistas de salud y ciencia, la invisibilidad que se la da a algunos sectores de la sanidad y el aumento del sensacionalismo en los titulares que redunda en noticias planas y vacías que fomentan la desinformación. Puso como ejemplo de mala práctica periodística la revista Saber Vivir, por la falta de rigor en las noticias y por tratar temas pseudocientíficos como la homeopatía como una ciencia real.

Seguidamente se abrió el turno de palabra entre los asistentes y se dio paso al debate. Entre las intervenciones del público destacaba la preocupación por la escasa formación científica de los políticos y periodistas y la creciente dificultad de interpretar la ciencia incluso entre los mismos científicos. También se habló de la función de los medios de  comunicación como creadores de incertidumbre, ya que, según algunos asistentes, influyen negativamente y no tratan con suficiente seriedad los temas referentes a la salud. Otra idea constante durante todo el debate fue el escepticismo con el que muchas personas leen los artículos, preocupados por los posibles intereses de la industria farmacéutica que pueda haber detrás.

«¿Quién educa? ¿Quién hace las campañas para enseñar a la población sobre ciencia?». Esta pregunta también planeó por la mesa, preocupados por la necesidad de un pacto de estado que cubra la función pedagógica en temas de salud y ciencia, ya que el papel de los medios es insuficiente. Se necesita más educación que dote a las personas de la formación necesaria para cuestionar las informaciones que leen. Como dijo una de las personas entre el público, «como ciudadano, si no tienes ningún criterio eres un maniquí totalmente manipulable». Pero, ¿quién es el responsable real de esta situación? Martí Domínguez apuntó que «al fin y al cabo, los culpables de esta crisis de la información sanitaria somos todos. No se puede exigir calidad si no estamos dispuestos a pagar por ella». Una reflexión interesante que posiblemente nos habríamos de plantear mucho más a menudo.

Alba Rico. Estudiante de Periodismo de la Universitat de València.
© Mètode 2016.

«Internet es incompatible con las buenas historias periodísticas»
(Jaime Prats)

«Martí Domínguez remarcó la falta de especialización de los periodistas de salud y ciencia, la invisibilidad de algunos sectores de la salud y el aumento de sensacionalismo en los titulares»

 

© Mètode 2015

Estudiante de Periodismo de la Universitat de València.