Existe un viejo debate sobre si es el ambiente o nuestra genética lo que determina mayoritariamente cómo somos. Hasta hace poco, se consideraba que el entorno no representaba ningún papel en la transmisión de rasgos genéticos ni en la regulación de estos. Pero la cuestión es que sí que influye, y mucho, en cómo nuestra genética puede expresarse. Epigenética y epigenoma son dos palabras que cada vez se escuchan más. La epigenética se define como el estudio del conjunto de las modificaciones del ADN y de las proteínas que lo acompañan. Parte de estas modificaciones son consecuencia de nuestro ambiente o del ambiente donde vivieron nuestros antepasados inmediatos. El epigenoma, el análogo al genoma, puede ser en parte heredado de nuestros padres, pero también puede modificarse a lo largo de nuestra vida y podemos transmitirlo a nuestros hijos. ¿Podemos decir que la epigenética actúa regulando la expresión de los genes? ¿Está implicada en la activación e inactivación de genes y consecuentemente en la expresión o no expresión de estos?
Responder a estas preguntas no es una tarea para charlatanes. Es fundamental que los investigadores trasladen correctamente su significado y relevancia al público general. David Bueno, doctor en Biología y profesor e investigador en la Universidad de Barcelona, quiere acercar al lector algunos de los secretos y sorpresas que esconden el genoma y el epigenoma de los seres vivos, siempre con rigor científico pero con un lenguaje próximo.
Es importante diferenciar genética de epigenética ya desde el principio. Por esta razón, el autor estructura la información de menor a mayor complejidad, completando y aclarando a cada paso los mecanismos epigenéticos de regulación genética, su importancia y su alcance. A lo largo de varios capítulos, David Bueno nos explica desde cuándo se estudia el epigenoma, su importancia, las aplicaciones que su conocimiento puede tener y cómo este puede arrojar luz sobre algunas enfermedades como el cáncer. Y evidentemente, haciendo referencia al título: cómo puede tener cuidado de nuestro cuerpo y de nuestra vida. Para hacer la lectura amena, el autor va ilustrando todos los conceptos con ejemplos de la literatura científica más reciente. Estos ejemplos son fundamentales para entender la importancia de conceptos como la huella genética, la plasticidad neuronal o el neodarwinismo, por citar algunos.
El libro trata también de qué forma los alimentos afectan al epigenoma y, por tanto, la regulación y expresión de los genes. Como bien dice el autor, que no deja aparte los efectos de las bebidas alcohólicas y las sustancias tóxicas (tabaco, drogas…), «es un círculo que se ajusta y se autorregula». También la gestación y el estrés y, por supuesto, la práctica deportiva, influyen en la epigenética. La epigenética nos dice que mediante todas las actividades cotidianas podemos tener cuidado de nuestro cuerpo y de nuestra vida, y, por supuesto, de nuestros hijos. ¿Podemos hacer algo para intentar tener la mejor calidad de vida posible con un epigenoma favorable? David Bueno nos indica el camino.