La inquietud que despiertan en la opinión pública las amenazas biológicas emergentes queda patente en la abundancia de series y películas en que la desaparición de la humanidad es el resultado de un nuevo patógeno infeccioso contra el que la ciencia no dispone de vacuna o cura alguna.
«El cine y la ciencia: crónica de un desamor». Así titulaba Manuel Moreno Lupiañez su artículo publicado dentro del número «Fotogramas de ciencia», todo un monográfico de Mètode dedicado a la reflexión sobre la ciencia y el cine. Los frecuentes deslices presentes en superproducciones cinematográficas y el
Si Verne y Wells fueron los padres de la ciencia ficción, sin duda Poe fue el abuelo.
En un mundo cada vez más complejo, incluir la ciencia y la tecnología y sus efectos en la literatura es algo del todo imprescindible.
Cuando se habla de las relaciones entre las novelas y sus adaptaciones cinematográficas es fácil topar con el chiste de la cabra que, en un vertedero, acaba de comerse un rollo de película. Cuando otra cabra se le acerca y le pregunta qué le ha parecido, la primera responde: «No estaba mal, pero me gustó más el libro.»
La distopía, también llamada antiutopía, ha sido uno de los subgéneros más productivos de la literatura y del cine de ciencia-ficción del último siglo. Se atribuye el neologismo del término al economista británico John Stuart Mill, un inconformista defensor de la libertad sin casi fronteras con el límite que impondría el daño que nuestra actuación puede infligir a otro.
En el año 1968 se estrenaron dos películas fundamentales en la historia del cine. La primera, 2001: Una odisea del espacio, cambió el curso del cine de ciencia-ficción. La segunda, El planeta de los simios, también contribuyó a sentar las bases de una ciencia-ficción más inteligente.
El cine de ciencia ficción se caracteriza por dos aspectos: la capacidad de especulación y el sentido de maravilla que producen las novedades que muestra.
Ciencia y cine no son mundos incompatibles. O al menos no tienen por qué serlo. Sin embargo, la imagen tecnocientífica dibujada por el cine no es muy alentadora. ¿Está el entretenimiento reñido con el rigor?