Datos sobre el coronavirus para combatir el alarmismo

Los expertos señalan que las medidas de prevención consisten sobre todo en lavarse las manos, cubrirse al estornudar y evitar tocarse ojos, nariz y boca

mascaretes coronavirus

El nuevo coronavirus SARS-CoV-2 llegó a España a finales de enero, pero ha sido esta semana cuando ha comenzado el goteo de casos positivos confirmados de COVID-19 –la enfermedad que provoca– en diferentes comunidades autónomas (podéis consultar los últimos datos en el Ministerio de Sanidad). Frente a esta situación y pesar de las peticiones de calma por parte de las comunidades científica y política, el alarmismo se extiende por medios de comunicación y redes sociales, y deriva en la propagación de falsas medidas de prevención, mientras oscurece así las acciones que sí se pueden adoptar contra el coronavirus emergente. Las farmacias se vacían de mascarillas, y hay incluso quien pide que se cancelen las Fallas.

Tal y como indica Ildefonso Hernández Aguado, director del Departamento de Salud Pública, Historia de la Ciencia y Ginecología de la Universidad Miguel Hernández, en España «aún no ha habido una situación de transmisión generalizada» aunque, si la hubiera, «el sistema sanitario se encuentra preparado». Asimismo, Hernández Aguado, que fue director de Salud Pública del Ministerio de Sanidad y Política Social entre 2008 y 2011, señala que, aunque en una situación de contención podría tener cierto sentido tomar medidas como cancelar las Fallas, «de momento no es necesario». También se ha planteado que las altas temperaturas puedan ayudar frente al coronavirus emergente, como sucede con la gripe estacional, que tiene sus picos epidémicos en los momentos más fríos del año. Hernández Aguado matiza que, aunque sería una buena noticia, todavía falta información como para realizar tal afirmación sobre el SARS-CoV-2.

¿Qué gravedad tiene la enfermedad?

En un reciente artículo en The Conversation, Fernando Gómez Candelas, catedrático de Genética de la Universidad de Valencia y responsable de la Unidad Mixta de Investigación en Infección y Salud Pública FISABIO-UV señala, como ya se ha hecho repetidamente, que el COVID-19 «afecta especialmente a personas con otras patologías, con sistemas inmunitarios comprometidos o de avanzada edad». Asimismo, la Organización Mundial de la Salud ha declarado que la tasa de mortalidad del coronavirus emergente fuera de Wuhan es de aproximadamente un 0,7%.

El presidente de la OMS Tedros Adhanom ha indicado, de hecho, que el virus tiene una tasa de mortalidad menor que coronavirus anteriores como el síndrome respiratorio agudo grave (SARS-CoV en inglés) o el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS-CoV). En el caso del SARS, surgido en China el 2002, la tasa de mortalidad rondó el 10%, mientras que el MERS de 2012 tuvo una de aproximadamente el 30%.

No es menos cierto, pero, que, aunque su mortalidad se mantiene más baja, la expansión de este coronavirus emergente ha sido rápida, y se plantea que pueda contagiarse en situación asintomática, durante la incubación, aunque esto todavía no ha sido confirmado. Es por esta razón que se mantiene en cuarentena a aquellas personas que han podido tener contacto con alguien infectado, a pesar de que no presenten síntomas. Esto fue diferente con el SARS que, tal y como indica el Ministerio de Sanidad, «solo era transmisible tras el inicio de la sintomatología».

¿Es eficaz el uso de mascarillas?

La OMS ha indicado que el uso de mascarillas en personas sanas solo está recomendado si se atiende a alguien en quien se sospeche la infección, si se tienen tos o estornudos y, además, que estas solo son eficaces si se usan correctamente y se combinan con el lavado frecuente de manos.

A pesar de esto, las existencias de mascarillas se están agotando en las farmacias españolas. Según Ildefonso Hernández Aguado, el tipo de mascarillas quirúrgicas que se están adquiriendo no están recomendadas para su uso en el exterior. Además, este tipo mascarillas está diseñado sobre todo para que el portador no disemine la infección a través del aire.

Ildefonso Hernández expresa que es necesario que la información que se transmite sea coherente, acorde a la verdadera situación. «No todo depende de las autoridades sanitarias y políticas, los actores sociales también tienen un papel importante». El experto lamenta el alarmismo por el que algunos medios de comunicación se están decantando, y que puede favorecer una sensación de pánico desproporcionada por parte de la ciudadanía.

¿Cómo se transmite?

Respecto al contagio, el Ministerio de Sanidad indica que, en un principio, «la transmisión sería a través del contacto con animales infectados o por contacto estrecho con las secreciones respiratorias que se generan con la tos o el estornudo de una persona enferma». Además, señala que es poco probable que la infección se pueda transmitir por el aire en distancias superiores a los dos metros, y que se precisaría de «un contacto directo de las secreciones respiratorias de un animal infectado o de una persona infectada con las mucosas de otra persona (nariz, boca, ojos)».

Por otro lado, existen otros agentes transmisores, como las manos, con las que acostumbrarnos a tocarnos los ojos o la cara.

¿Qué medidas de prevención hay que tener en cuenta?

LA OMS recomienda en este sentido el lavado de manos frecuente y con un desinfectante a base de alcohol o con agua y jabón; cubrirse la boca y la nariz al estornudar o bien con el codo flexionado o bien con un pañuelo que se deseche después, así como evitar tocarse ojos, nariz y boca. También aconseja evitar el consumo de productos animales crudos o poco cocinados, entre otros.

El Ministerio de Sanidad destaca que estas son, de hecho, las medidas que protegen frente a la gripe. Y, por supuesto, es importante también no creer en informaciones falsas y dañinas para la propia salud: la OMS se ha visto incluso obligada a desmentir por sus canales oficiales que la cocaína funcione como remedio contra el coronavirus.

Fernando González Candelas indica que estas medidas preventivas personales son importantes, puesto que el foco debe ser la mitigación del virus. El experto destaca también medidas adoptadas por los sistemas sanitarios, como la «formación del personal, la disponibilidad de herramientas de diagnóstico rápido y de camas en hospitales para albergar aquellos casos en que sea requerido». Y, por supuesto, el trabajo de científicos e investigadores que estudian y comparten el conocimiento sobre el coronavirus. Esta combinación de compromiso personal, social y científico debe prevalecer sobre el alarmismo, y será clave en la erradicación del coronavirus.

© Mètode 2020
Estudiante de Periodismo de la Universtiat de València.