Los retos de la comunicación científica

La ciencia de la prensa: una reflexión desde el ámbito académico y periodístico

Los medios de comunicación juegan un papel crucial a la hora de transmitir y difundir el conocimiento científico. En el ejercicio de su profesión, los periodistas a menudo se enfrentan a informaciones detrás de las que hay un componente científico, el cual es necesario saber cómo tratar si se quiere ofrecer una información rigurosa y de calidad. Solo hay que pegar un vistazo a cualquier periódico de las últimas semanas para encontrar noticias que necesitan un bagaje científico para contextualizarlas correctamente: el aceite de palma, la vacunación infantil, las pseudociencias, el cambio climático, la investigación sobre el cáncer… Todos ellos son temas de interés para la ciudadanía, y todos requieren profesionales de la información especializados en ciencia.

¿Quiere esto decir que los periodistas deben tener una formación científica? ¿Tienen que haber estudiadio física, biología o matemáticas? No necesariamente. Lo que sí que deben tener es un conocimiento amplio del mundo científico y del método científico. Cómo funciona la investigación científica, la replicación de un experimento o una publicación científica, y conocer el lenguaje de la ciencia y de los científicos. Solo así se puede distinguir cuando se está ante un fraude o una información de la que desconfiar. Desafortunadamente, también es posible encontrar ejemplos de este tipo en los medios, cuando informaciones con poca base científica han tenido un eco que no se merecían, sin que los periodistas que había detrás contrastaran los datos científicos y médicos proporcionados por las fuentes.

Detrás de todo esto no solo hay una causa. Más allá del desconocimiento de la ciencia y de la mala práctica periodística, encontramos otras cuestiones ligadas a la crisis económica, que ha reducido drásticamente las redacciones eliminando en muchos casos las secciones especializadas, y a una crisis de modelo que está afectando al sector, en la que los nuevos medios y herramientas dan prioridad absoluta, lo que sumado a la falta de recursos provoca que el periodista difícilmente pueda dedicar tiempo a corroborar noticias y contrastar la información con diversas fuentes. Y a pesar de todo, en nuestro panorama comunicativo encontramos muy buenas secciones de ciencia y medios especializados en divulgación científica. Tras ellos se encuentra a menudo la tenacidad y la apuesta personal de profesionales comprometidos con la comunicación de la ciencia.

En la otra cara de la moneda, encontramos al personal científico. Si habitualmente los investigadores e investigadoras habían vivido relativamente alejados de la divulgación de la ciencia –restaba tiempo a la investigación e incluso era una tarea mal vista por los compañeros–, cada vez más los científicos ven la comunicación de su investigación como parte de su trabajo. Al mismo tiempo, entienden que esta relación con los medios puede ser más beneficiosa que perjudicial. Las universidades y las revistas científicas lo saben, y a través de sus gabinetes y departamentos de comunicación promueven la difusión de las investigaciones a través de las redes sociales y los medios de comunicación. De hecho ya hay ciertas métricas alternativas al tradicional factor de impacto (basado en el número de citas en otras publicaciones) que tienen en cuenta también la citación del artículo en blogs, noticias o redes sociales.

Ante la importancia de la comunicación de la ciencia en nuestra sociedad, desde Mètode impulsamos en 2013 la organización de un seminario para analizar los retos y tendencias de la comunicación de la ciencia, que tuvo lugar en la sede de la UIMP en Valencia y donde reunimos a profesionales del periodismo científico y de la investigación en comunicación de la ciencia. Con la colaboración de esta universidad, recogimos más tarde las principales ponencias de estas jornadas en un monográfico especial bajo el título de La ciencia de la prensa, que coordiné junto a Martí Domínguez. En las páginas que ahora recuperamos con motivo del 25 aniversario de la revista Mètode, podemos encontrar artículos en profundidad de investigadores como Hans Peter Peters que analiza las relaciones entre científicos y periodistas, de Dominique Brossard sobre los nuevos medios de divulgación en Internet y de Susanna Priest sobre el tratamiento informativo del cambio climático. También encontramos la perspectiva desde los medios de comunicación a través de Pilar Perla, coordinadora del suplemento Tercer Milenio, sobre los retos del periodismo científico; de Ana Galarraga, que analiza las particularidades de comunicar la ciencia en euskera en la revista Elhuyar; y de Luc Allemand, en aquel entonces redactor jefe de La Recherche, que desde su experiencia en esta revista trata la evolución de los medios científicos en Internet.

Todo ello completado con las entrevistas a Maxwell Boykoff, investigador sobre comunicación y cambio climático, y a los profesores Hans Peter Peters y Susanna Priest sobre el acercamiento entre las dos culturas, la científica y la periodística.

Un número que refleja los objetivos de la revista Mètode de analizar y contribuir a la mejora de la comunicación de la ciencia, poniendo en común a científicos y periodistas, a investigadores y profesionales de la comunicación de la ciencia… Un número, en definitiva, para superar definitivamente la barrera entre las dos culturas.

Comunicar la ciencia con rigor y eficacia continúa siendo uno de los retos de científicos e investigadores, que ven que en un contexto como el actual es más necesario que nunca hacer partícipe a la sociedad del trabajo que se lleva a cabo en universidades y centros de investigación.

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