Un nuevo programa del Espai Pòdcast de la Universitat de València para hablar de ciencia de la mano del equipo de redacción de la revista Mètode.
La comunicación entre individuos, poblaciones o comunidades es una característica intrínseca de la vida, de la célula. De hecho, una de las primeras formas de transmitir información entre individuos la inventaron las bacterias, que pueblan la Tierra desde hace al menos 3.500 millones de años: se trata de la «percepción de quorum» (quorum sensing).
Cuando el 17 de enero de 1966 chocaron un avión bombardero y una nave de abastecimiento en una maniobra norteamericana en Palomares, se informó del accidente, pero no de que había bombas nucleares implicadas ni que los materiales radioactivos se habían escampado por una vasta extensión de tierra.
El lunes 8 de octubre de 2001, Pere Estupinyà empezó su carrera como divulgador científico. Lo recuerda en este artículo.
El lenguaje oral no fosiliza y para cuando los humanos se dedicaron a rayar piedras a propósito, el proceso que había alterado para siempre su mente ya estaba bien asentado.
Como ocurre con el agua en Marte, el hallazgo de fosfano se ha relacionado rápidamente con la posible presencia de vida en Venus; en la Tierra, son las actividades microbianas y humanas las que generan esta sustancia. Pero el grupo de investigadores obra con cautela y subraya que hay que seguir investigando.
Quizás el cambio climático no nos afectará de forma tan repentina, pero cuando pase esta epidemia sería un buen momento para revisar la estrategia de comunicación.
La mayoría de las noticias falsas que circulaban por la red de redes antes de esta pandemia eran sobre salud y estas noticias llegaban a difundirse mucho más que aquellas reales. Desafortunadamente, este fenómeno se ha «disparado» con la crisis mundial por la COVID- 19.
Además del aislamiento protector, el aumento de la capacidad sanitaria, una sociabilidad más segura y un estímulo económico orientado a la salud, tendremos que preparar nuestros corazones, nuestras manos y nuestras mentes para un esfuerzo para volver a hilar y reforzar nuestro complejo y vital tejido social.
El volumen que reseñamos ahora incluye aproximaciones muy valiosas a las cuestiones que más preocupan hoy en este campo, como la necesidad de la ética en la comunicación de la salud o la de evitar las fake news.