Periodismo y ciencia, una relación necesaria para el progreso

El ciclo «¡Hablemos de ciencia!» se inaugura con un debate sobre el acercamiento y cooperación entre ambas disciplinas

Mesa redona periodismo y ciencia

La divulgación científica, la verdadera, la que es fiel a los hechos y, al mismo tiempo, accesible al público, depende tanto de científicos como de periodistas. Es por ello importante profundizar en la relación entre estas dos esferas, en su evolución y voluntad de contacto. ¿Son periodismo y ciencia todavía dos culturas? ¿O la tendencia es a una aproximación cada vez más vigente? Esta fue la cuestión que vertebró, el pasado 26 de febrero, el primer acto del ciclo de conferencias ¡Hablemos de ciencia!, organizado por la revista Mètode y la Escola Europea de Pensament Lluís Vives. Este ciclo comenzó con la presentación del libro Retrats de ciència y la mesa redonda «Periodismo y ciencia: ¿Dos culturas todavía?», en el Centro Cultural de La Nau de la Universitat de València.

«Con este libro estamos haciendo falsa una afirmación de Oscar Wilde, la que decía que la diferencia entre literatura y periodismo es que el periodismo es ilegible y la literatura no es leída», indicaba Martí Domínguez, director de Mètode, sobre Retrats de ciència. Y es que la obra, que incluye conversaciones con personalidades como Noam Chomsky, Umberto Eco o Jocelyn Bell publicadas en Mètode, destaca la entrevista como medio para divulgar la ciencia. Resalta la capacidad de claridad y comunicación de este género periodístico. En la presentación del libro participaron también Antonio Ariño, vicerrector de Cultura y Deporte de la Universidad de Valencia; Emili Piera, director de la colección «Papers de Premsa», y Enric Estrela, subdirector de la Institución Alfons el Magnànim. En el acto, periodismo y ciencia se entrelazaban, y daban lugar, como indicó Estrela, a «una concepción de la ciencia entendida como instrumento y motor de cambio social».

La entrevista proyectada como mecanismo para comunicar la ciencia inauguró también la mesa redonda posterior. Anna Mateu, jefa de redacción de Mètode, preguntaba a los participantes del acto por las claves de una entrevista a un científico. «Es el género más difícil, ya que demuestra la capacidad comunicativa de ambos y, al mismo tiempo, requiere de un enorme trabajo previo por parte del periodista», indicaba Adeline Marcos, redactora especializada en medio ambiente y ciencias naturales de la Agencia SINC. Y señalaba después cómo, para ella, la clave está en tener las preguntas bien preparadas y, al mismo tiempo, en permitir que la conversación surja sola. Pero para que se produzca esta naturalidad, es necesario que ambas partes estén predispuestas a conseguirla.

Mesa redonda «Periodismo y ciencia»

Un momento de la mesa redonda «Periodismo y ciencia: ¿Dos culturas todavía?». De izquierda a derecha, Íngrid Lafita, Anna Mateu, Adeline Marcos y José Miguel Mulet. / Foto: La Nau – Universitat de València

José Miguel Mulet, investigador del Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas (CSIC-UPV) y divulgador, explicaba que todavía existe cierta reticencia desde la ciencia a conceder entrevistas. El experto resaltaba dos razones básicas: la primera, el propio científico, que puede estar muy ocupado o, directamente, tener una personalidad poco comunicativa. «Los científicos son como las personas», destacaba Mulet, «los hay que son más dejados, los hay que son más puntillosos». Pero a veces también es responsabilidad de los medios y los periodistas, que ponen el testimonio de expertos científicos al mismo nivel que el de otras personalidades, eligen titulares llamativos pero poco fieles y crean, así, suspicacia.

Esta necesidad de dar con un punto de encuentro entre científicos y periodistas, entre informaciones técnicas y atractivas, era también puesta de manifiesto por el resto de participantes de la mesa. La periodista Íngrid Lafita destacaba la dificultad de elegir titulares «que llamen la atención pero que no tergiversen», y recomendaba ir con cuidado para «no poner en boca del científico cosas que no ha dicho, ni elevar la parte más anecdótica a la categoría de titular». Y lo resumía Adeline Marcos: «Cuando se hace mal periodismo, se perjudica tanto a los científicos como a los periodistas». Mulet apuntaba también su reticencia, como divulgador, a dar voz a ambas partes de una polémica, si una de ellas es claramente falsa. Y citaba el tan famoso canon periodístico: «Si una persona te dice que está lloviendo y la otra que no, el trabajo del periodista es abrir la ventana y comprobar quién dice la verdad».

«¿Por qué ciertos temas son tan polémicos?», planteaba entonces Anna Mateu. Y es que hay quien insiste en continuar afirmando que llueve después incluso de que se abra la ventana y se demuestre que hace sol. Temas como los transgénicos, el calentamiento global o incluso el actual coronavirus se sucedían en la conversación. «En ciencia, estos temas nunca han sido polémicos, lo han sido en periodismo», opinaba Mulet. Respecto al coronavirus emergente y su tratamiento informativo, el experto señalaba: «En uno o dos años estaremos recordando titulares». Y, por supuesto, al hablar de polémica, las redes sociales hicieron acto de presencia. Lo que más destacaron los expertos fue su ambivalencia: por una parte, el beneficio de la accesibilidad a las fuentes y, por otra y como indicaba Mulet, el problema del sesgo de confirmación. Íngrid Lafita apuntaba, además, la posibilidad que dan redes como Twitter de llegar al origen de las polémicas y poder replicar.

«Nuestros dos idiomas cada vez se parecen más», indicaba Adeline Marcos, en referencia a periodismo y ciencia. Mulet explicaba que en el master que él enseña consiguió que pusieran una asignatura de comunicación. Y es que al final, el objetivo de periodistas y científicos es el mismo: informar a la sociedad. La cooperación es indispensable, ya que es de forma conjunta que favorecen a la transmisión del conocimiento y, recordando las palabras de Estrela, al cambio social.

© Mètode 2020
Estudiante de Periodismo de la Universtiat de València.