Entrevista a Helena Bonet

«El patrimonio arqueológico necesita una inyección fuerte de inversión»

Directora del Museo de Prehistoria de Valencia

Helena Bonet

«“Prehistoria y cómic” quiere desmontar los tópicos y esquemas erróneos que hay en nuestro ideario»

Helena Bonet es la directora del Museo de Prehistoria de Valencia desde el año 2005. Durante su carrera profesional, la arqueóloga ha centrado el esfuerzo de su estudio en la cultura ibérica a la que ha dedicado, en compañía del mundo prerromano, la museología y el patrimonio arqueológico, más de 120 publicaciones de carácter científico y divulgativo. Dicen que del arte no se puede huir y parece que es eso lo que le pasó a Helena Bonet cuando decidió fundir su gran afición por los cómics con la prehistoria. De esta unión nació la exposición que se pudo ver hasta el pasado 8 de enero en el museo: «Prehistoria y cómic».

Con la experiencia de la última exposición, el equipo de Helena Bonet observa que el cine y el cómic tienen una serie de planteamientos similares a la hora de contar la prehistoria. En estas narraciones apreciaron algunos tópicos que han perdurado en el ideario colectivo a lo largo de la historia. El objetivo de «Prehistoria y cómic» es precisamente desmontar estos tópicos y acercar la población a un relato más verosímil de la Prehistoria. También con este objetivo y una evidente labor divulgativa nace el catálogo que acompaña la exposición, que recoge once contribuciones de reconocidos especialistas del mundo del cómic. La colección nos acerca a un punto de vista más científico de temas como pueden ser la relación entre los museos y el cómic o el papel de la mujer en el mundo troglodita.

«No es que la imagen valga más que mil palabras, pero ayuda muchísimo»

«Prehistoria y cómic» es la exposición que estrenásteis el pasado mes de junio. En el prólogo del catálogo habla sobre la importancia de la imagen como herramienta para el aprendizaje.
El museo cuenta con un equipo de ilustradores muy buenos. Desde hace ya algunas décadas hemos apostado por hacer guías didácticas y exposiciones donde la imagen tiene un gran papel. Así también hemos intentado hacer de la imagen una actriz principal en los duendes, en el cuento, en la biblioteca infantil… La imagen para nosotros es fundamental. No es que la imagen valga más que mil palabras, pero ayuda muchísimo. Es el caso del cartel de la exposición que hizo Paco Roca; impacta, y se ha convertido en un reclamo.

Precisamente el «troglodita» con la maza en la mano que protagoniza el cartel es la representación de lo que a todos nos viene a la mente cuando pensamos en la prehistoria… ¿Cómo ha afectado el cómic en nuestro ideario sobre esta etapa histórica?
La imagen que se ha tenido siempre es el la del troglodita salvaje con el hueso en la mano y rodeado de dinosaurios, y esto es debido a los errores cronológicos y de documentación. Esta idea se ha mantenido hasta los años sesenta y en Norteamérica sigue siendo así, pero en Europa los ilustradores hace unas décadas ya empezaron a documentarse mucho con la ayuda de historiadores y arqueólogos. Sobre todo en la escuela franco-belga.

«Siempre se ha tenido la imagen del troglodita salvaje con el hueso en la mano rodeado de dinosaurios»

Resulta curioso que estos errores sean un patrón que se repite en muchas publicaciones hasta los años sesenta. ¿Cuál piensa que es la causa de estas erratas?
La exposición se vertebra básicamente en estos tópicos: el mundo de las fieras, el útil, el fuego … Estos errores vienen de la mano del cristianismo. El origen del hombre es Adán y Eva, el hombre blanco. A partir del Renacimiento, con la conquista de las Américas, aparecen los personajes que ellos llaman los salvajes. El mundo de los primates, la fiera, el inculto, el mundo del otro. Esto ha evolucionado a lo largo de los años, pero el tópico del hombre primitivo como fiera se ha ido recogiendo en los primeros cómics. Primero desde un punto de vista satírico o infantil y más adelante se instaló como el salvaje. Pero como ya he comentado antes esta tendencia cambió a partir de los sesenta y ahora mismo hay cómics que son unas auténticas obras maestras. El catedrático en Prehistoria por la Universidad Complutense de Madrid Gonzalo Ruiz Zapatero explica sus clases de prehistoria con cómics, tiene un gran atractivo en el ámbito ilustrativo y consigue transmitir más información que todo lo que has podido narrar en una hora.

Helena Bonet: «El patrimoni arqueològic necessita una injecció forta d’inversió»

Fotografía de Andrea Caballer

Era esta vertiente divulgativa el objetivo de la exposición?
Realmente la exposición tenía dos objetivos: ver por un lado como los guionistas y los ilustradores han visto la prehistoria desde el mundo del cómic y por otro lado como los prehistoriadores hemos analizado el tratamiento de esta época por los cómics. De este modo «Prehistoria y cómic» quiere acabar con estos tópicos y esquemas erróneos que hay en nuestro ideario.

Está al frente del museo desde 2005. Después de estos años, ¿cómo cree que debe ser la divulgación científica en un museo?
La divulgación científica de un museo debe tener una doble vertiente. Debe llegar a todos los públicos, tanto a investigadores como a grupos de escolares. Por lo tanto es muy importante –sobre todo en estos momentos en que nos encontramos de la era de la imagen– insistir en la renovación y adaptación de la metodología con una apuesta por talleres, guías didácticas, exposiciones temporales… pero sin desvirtuar la investigación científica. Desde este punto de vista el Museo de Prehistoria trabaja mucho para mantener esta vertiente más científico de la publicación Archivo de Prehistoria Levantina y numerosas publicaciones científicas.

«Hay que compaginar la visión tradicional y científica del museo con las nuevas tecnologías»

Dice que nos encontramos en la era de la imagen… ¿Han afectado de alguna manera los cambios cognitivos de la sociedad a la divulgación científica del museo?
Sí, ha cambiado en los últimos años, por supuesto, ya que esta institución tiene noventa años. Las nuevas tecnologías se han convertido en una herramienta esencial. Todo lo que tenga que ver con la imagen es, en este momento, esencial para la transmisión de conocimiento, por lo que las exposiciones ahora mismo son una parte fundamental del trabajo del museo. No es verdad la creencia de que la gente lee menos; sencillamente el mundo es más rápido con la incorporación de las nuevas herramientas de comunicación y por lo tanto nuestra manera de entender es diferente. Hay que compaginar la visión tradicional y científica de esta institución con las nuevas tecnologías. Por eso para nosotros la página web y las redes sociales son muy importantes. Facebook, Twitter… cada vez atraen a más gente.

Con estos cambios cognitivos que comenta, ¿cómo piensa que es la relación de la sociedad con el patrimonio en este momento?
Hay un acercamiento mayor de la sociedad al patrimonio, pero pienso que está en manos de las instituciones. La gente viene cuando ofreces productos de calidad. Nosotros trabajamos muchos años con la ruta ibérica y ahora la gente va a los yacimientos. La gente responde: si tú le das un producto de calidad patrimonial, lo verá. Otra cosa es cómo está el patrimonio, hay unas inversiones pero nunca son suficientes. El patrimonio arqueológico necesitaría una inyección fuerte de inversión, porque las instituciones sí estamos predispuestas a trabajar para mejorar la oferta patrimonial.

Además de potenciar las redes sociales y plataformas en línea, ¿han tenido que incorporar cambios en las exposiciones?
Hemos incorporado elementos con los que los visitantes pueden interactuar de manera más directa con las exposiciones, pero somos bastante tradicionales en las temáticas. Hay alguna más rompedora como ésta de «Prehistoria y cómic», pero se insiste mucho en que las nuevas tecnologías no predominan sobre la investigación científica, histórica y patrimonial. Las nuevas tecnologías siempre han de utilizarse como un complemento que permita comprender mejor la exposición o los talleres. Pero siempre como un complemento.

© Mètode 2017

Estudiante de periodismo de la Universitat de València.