La reestructuración en el sector de los medios de comunicación ha eliminado muchos puestos de trabajo de periodistas, recortes que han sido especialmente duros para los profesionales especializados en áreas como ciencia, tecnología, economía e internacional.
El periodismo científico se enfrenta al reto de adaptarse no solo a nuevos formatos sino también a las nuevas formas de intercambio de información. Las nuevas plataformas digitales facilitan el acceso y la producción de contenido científico y, por lo tanto, fuerzan a su audiencia a evolucionar.
El artículo presenta una panorámica de la situación de la divulgación científica en Francia a partir de la experiencia de La Recherche, una revista mensual de divulgación científica.
La gran responsabilidad de los medios de comunicación radica en que la ciudadanía tiene derecho a disponer de una información científica de calidad, que le sirva para tomar mejores decisiones.
La relación entre científicos y periodistas es mejor que la imagen que se tiene de ella. Los científicos entienden la divulgación como un deber, pero también que la visibilidad mediática les beneficia.
Comunicar la ciencia con rigor y eficacia continúa siendo uno de los retos de científicos e investigadores, que ven que en un contexto como el actual es más necesario que nunca hacer partícipe a la sociedad del trabajo que se lleva a cabo en universidades y centros de investigación.
Charlotte Sleigh es profesora de la Universidad de Kent, donde da clases de Historia de la Ciencia y de Comunicación. También codirige el Máster de Ciencia, Comunicación y Sociedad de la misma universidad. Ha publicado diversos libros entre los que destacan Ant (en español: Hormiga,
La divulgació mèdica pot contribuir a facilitar la prevenció com també a desterrar mites i idees errònies.
Se observa un seguimiento desigual del Día Mundial del Cáncer en los diarios analizados, con noticias a menudo encabezadas por titulares sensacionalistas. Otro peligro que se advierte es la confusión entre información y publicidad.
Salvar el abismo que separa a las ciencias naturales de las ciencias humanas es, seguramente, uno de los retos del siglo XXI. Hace poco estalló la polémica cuando el físico e ingeniero Alain Sokal logró que una revista muy conocida le aceptase un artículo burlesco,