La pipeta ironiza sobre un estudio reciente, que afirma que el núcleo terrestre ha frenado su rotación.
La vida evoluciona como un sistema caótico determinista: se rige por principios deterministas pero pequeñas variaciones dan lugar a resultados dispares
[caption id="attachment_103799" align="alignleft" width="250"] La Tierra en un guijarro Viaje al pasado remoto de nuestro planeta Jan ZalasiewiczTraducción de Luis Eguiluz Alarcón. Libros del Jata. Bilbao, 2019. 245 páginas.[/caption] La editorial Libros del Jata, dirigida por el naturalista y profesor de la Universidad del País Vasco Gustavo
Uno de los mayores peligros que afrontarán los astronautas que viajen a Marte será la radiación. La Tierra está siendo continuamente bombardeada por radiaciones dañinas, como los rayos cósmicos o las tormentas solares, de las que no nos enteramos gracias a la protección que nos proporcionan nuestro campo magnético y nuestra atmósfera.
El mundo de Juego de tronos, o Canción de hielo y fuego, que es como se conoce la saga de novelas, presenta una sorprendente peculiaridad: las estaciones se prolongan varios años y su duración es impredecible. ¿Cómo es posible algo así?
La vida es una anomalía, pero no una extravagancia. Que en otros lugares se encuentre tan diversificada como en la Tierra, y que se encuentre justamente ahora, es improbable.
Steve Goodwin es el decano de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Massachusetts en Amherst (EE UU), y también es un experto en bacteriología. El Institut d’Estudis Catalans (IEC) lo ha invitado a Barcelona para presentar el modelo universitario, basado en la sostenibilidad, que promueve su universidad.