Si 2020 fue un año marcado por la pandemia, 2021 empezaba con la esperanza de las vacunas. El pistoletazo de salida se daba ya en diciembre de 2020 con la estrategia de inmunizar cuanto más pronto posible a los grupos poblacionales de mayor riesgo.
Después de algunas paradas y ajustes, la progresiva inmunización del grueso de la población en los países más desarrollados nos ha permitido recuperar, poco a poco, determinados ámbitos de relaciones sociales, educativas y laborales. Esta recuperación, sin embargo, no ha sido progresiva, sino que ha ido fluctuando en las diversas olas y ahora mismo Europa, como otras áreas del mundo, se encuentra en un proceso de retorno a medidas más restrictivas para hacer frente a ómicron, la nueva variante del virus.
En un planeta donde la salud está conectada, la escasa disponibilidad de vacunas contra la COVID-19 y de infraestructuras para administrarlas en los países con ingresos medios y bajos contribuye a hacer que la pandemia esté lejos de su final. Mientras en los países más ricos recibimos terceras dosis de refuerzo, gran parte del planeta continúa sin recibir la primera. Este es y será uno de los temas destacados del próximo año: la necesidad de reducir las desigualdades en el acceso a las vacunas y tratamientos contra la COVID-19 si queremos tener un mayor control sobre la propagación del virus.
El año que acaba ha sido intenso en informaciones sobre la crisis sanitaria. A continuación, ofrecemos una selección de artículos que nos han ayudado a reflexionar sobre la pandemia durante los últimos meses.
Vacunas
La llegada de las primeras vacunas y la inmunización masiva no acabó con las dudas e incógnitas que han seguido planteándose a lo largo del año y desde Mètode hemos intentado responderlas.
¿Podemos contagiarnos y contagiar la COVID-19 aunque estemos vacunados?
Maria Garcés-Sánchez, especialista en Pediatría e investigadora del Área de Vacunas de FISABO, nos daba la respuesta.
La vacunación confiere una mayor protección frente a la principal vía de entrada del virus, respondía María Luisa Gil Herrero, catedrática del Departamento de Microbiología y Ecología de la Universitat de València.
También hemos visto cómo la estrategia de vacunación ha ido adaptándose a la realidad cambiante del virus y su impacto en los diversos grupos de edad. Así, si a principios de año no estaba prevista la vacunación de la población infantil, el año ha acabado con la inclusión de los menores de 5 a 11 años en la campaña de inmunización contra la COVID-19. Y lo mismo ha pasado con las dosis de refuerzo, que se han empezado a administrar recientemente a la población general para incrementar la respuesta inmunitaria ante el paso del tiempo y la aparición de nuevas variantes.
Variantes
Aunque la vacunación ha ayudado especialmente a evitar casos graves de la enfermedad, la progresiva aparición de diversas variantes, algunas mucho más transmisibles, como la ómicron en las últimas semanas, han puesto de nuevo a los sistemas de salud en jaque.
¿Seguirán apareciendo variantes o quizás se agotarán las opciones de mejora mutacional del virus? Esta era una idea que se planteaba en Tocar techo. Si aparecen nuevas variantes se seguirán nombrando con las letras del alfabeto griego. Este artículo lo explicaba:
M. Alma Bracho, investigadora de FISABO, repasaba las recomendaciones de la OMS para poner nombres a las enfermedades y evitar aquellos que pudieran causar efectos estigmatizantes en países, comunidades o sectores económicos.
La temida desinformación
Aunque el periodismo científico de calidad ha hecho un verdadero esfuerzo para estar al día e informar con rigor de la cambiante situación, la desinformación y las teorías conspirativas han campado a sus anchas y han encontrado un gran eco en las redes sociales. Estos artículos han analizado este fenómeno:
Josep Gifreu, catedrático emérito de Comunicación de la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona, explicaba cómo el periodismo de calidad ha ayudado a contener el tsunami de la desinformación.
De Franklin a monseñor Cañizares
«Sin toda esta infodemia tal vez se habría podido avanzar de forma más eficiente en el control de la pandemia y se habrían podido salvar muchas más vidas humanas» reflexionaba Martí Domínguez, director de Mètode.
«Las mentiras están diseñadas para viralizarse»
En esta entrevista, la médica y comunicadora sanitaria Esther Samper también alertaba de cómo nos afectan las informaciones falsas a la hora de tomar decisiones sobre nuestra salud.
