Científicos al otro lado

Colaboradores científicos de Mètode ejercen de entrevistadores y hablan con voces expertas

portada retrats de ciència

Hay detrás de la divulgación científica un largo proceso, periodístico y científico, un compromiso de ambos campos, un trabajo mutuo. Hay detrás de las entrevistas a personalidades científicas una relación cultivada, una conversación construida, por entrevistador y entrevistado. Una labor después invisible, que permite que vea la luz aquello que más tarde se publica y a lo que el público accede. Pero a veces periodismo y ciencia se funden, una personalidad científica habla con otra y deja constancia. De esto, precisamente, trata Retrats de ciència, obra que incluye treinta y cinco entrevistas a científicos publicadas en Mètode. El libro, coordinado por el director de la revista Martí Domínguez y editado por la Institución Alfons el Magnànim, cuenta con las voces de personalidades como Martin Rees, Richard Dawkins, Virginia Trimble y muchas otras eminencias que se encontraron cara a cara con periodistas y científicos colaboradores de Mètode y expusieron su obra y persona. Pero, ¿cómo prosperaron estas entrevistas?

«El libro Retrats de ciència incluye treinta y cinco entrevistas a científicos publicadas en Mètode»

El astrónomo y Científico Titular del CSIC en el Instituto de Física de Cantabria Alberto Fernández Soto y el catedrático de Astronomía y Astrofísica de la Universitat de València Vicent J. Martínez entrevistaron al astrónomo real Martin Rees en 2004. Dieciséis años después, Fernández Soto lo recuerda como hipnótico. «Tiene unos ojos que agarran, no puedes dejar de mirarlo, de escucharlo», describe. Vicente J. Martínez coincide, y añade su precisión, su capacidad de condensar sus pensamientos y no dejar nada a la improvisación. Muchos de los que ejercieron de entrevistadores en las conversaciones incluidas en Retrats de ciència destacan la presencia de las personalidades con las que hablaron, y cómo su actitud fue crucial a la hora de dirigir y hacer prosperar la entrevista. De la bióloga y referente en el campo de la evolución biológica Lynn Margulis señala Francesc Mesquita, profesor titular de Ecología de la Universitat de València e investigador en el Instituto Cavanilles de Biodiversidad y Biologia Evolutiva (ICBiBE), su excepcionalidad, su predisposición al humor y actitud abierta. «No era necesario incitarla a hablar, a veces incluso tuve que cortarla», recuerda quien fue su entrevistador. De hecho, es esta voluntad de expresión la que muchos de los entrevistadores recuperan, años después.

Paula Casal, investigadora ICREA, codirectora de la UPF Center for Animal Ethics y presidenta del Proyecto Gran Simio España, señala que, cuando entrevistó al primatólogo Frans de Waal, este le comentó sus ideas y, de la misma forma, la animó a exponer las suyas. «No era como apretar un botón que reacciona repitiendo siempre lo mismo, como a veces pasa con otras personalidades, la suya fue una conversación en la que pudimos exponer distintos puntos de vista. Es una persona interesada por la ciencia en general», recuerda Casal.

Más allá de la correcta documentación y preparación, y de la necesaria conexión entre interlocutores, hay detrás de las entrevistas un paso fundamental, una posproducción, una labor de transcripción y adaptación, que muchos de los que la han ejercido califican como uno de los mayores retos en el desarrollo de este tipo de material periodístico. Esta tarea tiene una dificultad añadida, además, cuando la entrevista se ha producido en otro idioma, como fue el caso de las conversaciones, en inglés, que el etólogo, profesor de Zoología y miembro del laboratorio de Etología del ICBiBE Enrique Font mantuvo con expertos como el entomólogo y biólogo evolutivo Randy Thornhill, el filósofo científico Daniel C. Dennett o el etólogo y zoólogo Richard Dawkins. Tal y como indica Font, fue necesario escuchar las grabaciones de las entrevistas, transcribirlas en inglés, para, más tarde, traducirlas al castellano. La doctora en Ciencias Biológicas y profesora agregada Serra Húnter del Departamento de Medicina Experimental de la Universitat de Lleida Ester Desfilis, que acompañó a Enrique Font en las entrevistas a Thornhill y Dennett, sobre todo en este paso de posproducción, lo describe como uno de los más difíciles, pero también de los más interesantes. «Posibilita valorar más el trabajo del periodista», afirma Desfilis. «Es un reto reducir una conversación que tal vez dura una hora o una hora y media a un artículo con un espacio reducido, dejar fuera material, ajustar respuestas, y todo siempre manteniendo aquello que quiere decir el entrevistado, sin manipular».

Estos encuentros, estas conversaciones, son una fuente de enriquecimiento científico y periodístico. Así lo indica Amelia Ortiz-Gil, astrónoma en el Observatorio Astronómico de la Universitat de València, sobre la astrónoma Virginia Trimble. «Tener la oportunidad de entrevistarla me permitió conocer tanto a la persona como al personaje, sentirla más cerca. Me permitió, también, profundizar en sus ideas, y relacionarlas con las mías propias. Pienso que esto es también lo que estos contenidos pueden aportarle al público: sentirse cerca de la persona entrevistada». Así recuerda la astrónoma valenciana la experiencia.

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Muchas de las personas que ejercieron de entrevistadoras en las conversaciones incluidas en Retrats de ciència destacan la presencia de las personalidades con las que hablaron, y cómo su actitud fue crucial a la hora de dirigir y hacer prosperar la entrevista. / Iris Lafita

De entrevistado a entrevistador

Casal, Mesquita, Font, Desfilis, J. Martínez, Fernández Soto u Ortiz-Gil son algunos de los colaboradores de la revista que, siendo ellos mismos científicos e investigadores en activo, se sentaron cara a cara con expertos y adoptaron, en esos momentos, el papel de entrevistador. Tal y como muchos de ellos indican, el hecho de provenir de una misma área del saber o incluso haber mantenido contactos profesionales previos ayudó a impulsar esta labor. Pero presentan diferencias de opinión a la hora de elegir dónde se sienten más cómodos, si en el papel de entrevistador o en el de entrevistado. Enrique Font encuentra «menos controvertido» ser el entrevistador, ya que «cuando uno es el entrevistado, se debe medir muy bien lo que se dice», y pone el ejemplo de Dawkins. Cuando este visitó España se habían hecho bastante populares unas declaraciones del papa Benedicto XVI sobre los preservativos, sobre las que algunos periodistas no dudaron en preguntar al etólogo y biólogo evolutivo británico. Dawkins protagonizó una polémica opinión que llenó titulares. Por su parte, Vicent J. Martínez prefiere ser el entrevistado, y aclara: «Pero no porque me considere una personalidad científica, sino porque nuestro trabajo pretende estar más en la línea de mostrar lo que tenemos, sabemos y somos. Queremos ser transparentes».

Una cosa en la que sí que coinciden los diferentes colaboradores de Mètode es en la valiosa experiencia que supone haber estado en ambas posiciones. Alberto Fernández Soto explica que, cuando se es el entrevistador, se debería hacer aquello que se querría que hicieran con uno mismo, «mantener unos principios». Tanto él como Desfilis especifican que consideran un detalle importante ofrecer al entrevistado leer el resultado antes de publicarlo, «para garantizar que este se ajusta a lo que quería decir», tal y como indica la doctora en Ciencias Biológicas.

«Casal, Mesquita, Font, Desfilis, Martínez, Fernández Soto o Ortiz-Gil son algunos de los colaboradores de Mètode que, siendo científicos e investigadores, se sentaron cara a cara con expertos y adoptaron el papel de entrevistador»

Detrás de una entrevista a una personalidad científica hay una profunda labor periodística especializada que garantiza una divulgación científica que llene tanto a aquellos que participan de ella directamente como al público. «Ser una personalidad académica ayuda a abrirte puertas, a que te tomen en serio. Pero el tiempo que te concedan depende de ti mismo. Si la persona a la que entrevistas ve que no tienes los conocimientos previos y básicos necesarios, que te ha de explicar el abecé, se sentirá cansada. Si entrevistas a alguien, tienes que conocer su obra, tienes que hacer preguntas que estimulen», resume Paula Casal, quien, además, reconoce que a veces ha visto esta labor determinada e incluso dificultada por el hecho de ser una mujer. «Ser una mujer afecta, ya sea positiva o negativamente, a la hora de hacer una entrevista. Hay hombres muy correctos, como Dunbar o De Waal, pero hay otros que incluso llegan a hacerte comentarios sobre tu físico. Es posible que, a veces, se vivan una serie de cuestionamientos, como si tuvieras que demostrar que sabes lo que haces. Alguna vez he hecho algún comentario sobre una temática científica y he tenido que apresurarme a puntualizar que conozco las teorías planteadas al respecto».

Al final, es el conjunto de todo este trabajo, esta mezcla de conocimientos, aportaciones, lógica y sentimientos, lo que, si sale bien, da lugar a entrevistas como las de Retrats de ciència. Entrevistas que resultan fundamentales, ya que, tal y como señala Francesc Mesquita, «hay mucha demanda de divulgación científica, cosa que se ha visto especialmente ahora, en el confinamiento por la COVID-19, pero que siempre ha existido». Es el conjunto de todo este trabajo, desarrollado por los que están al otro lado, lo que en gran parte garantiza que la divulgación científica, que el público pide y merece, se mantenga viva.

© Mètode 2020
Estudiante de Periodismo de la Universtiat de València.