Darwin sube a la azotea

Xavier Bellés, Martí Domínguez y Juli Peretó conversan sobre el naturalista en el Espai Ciència de l’Octubre Centre de Cultura Contemporània

«Tenemos con nosotros a los representantes de Darwin en la Tierra». Así introdujo la periodista Reis Juan a los profesores Xavier Bellés, Martí Domínguez y Juli Peretó; tres autoridades en evolucionismo, convocadas con la excusa de presentar dos libros, y con el objetivo de compartir una pequeña parte de su erudición y una generosa porción de su pasión por la ciencia. El acto de presentación, que va tuvo lugar el pasado 19 de septiembre, se celebró en la azotea del edificio Octubre Centre de Cultura Contemporània de Valencia dentro del ciclo de actividades Espai Ciència.

Los dos libros, en opinión del biólogo y profesor de la Universidad de Valencia, Martí Domínguez, representan dos maneras bien diferentes, y complementarias, de abordar la divulgación de la obra de Charles Darwin. Una obra que, según sus datos, no es leída ni tan solo por un 10% de los estudiantes de Biología. Un aspecto a corregir, si tenemos en cuenta que una de las conclusiones más claras del acto sería que las aportaciones intelectuales, e incluso algunas de las metodológicas, de Darwin están plenamente vigentes en la actualidad.

Dos nuevas aproximaciones a Darwin

Con L’expressió de les emocions en l’home i en els animals (IEC, 2017), Xavier Bellés, investigador del Instituto de Biología Evolutiva (CSIC-UPF), ha procurado hacer una traducción que se desvíe lo mínimo posible del original. La fidelidad al text radica en la confianza de que el interés del tema así como la proverbial minuciosidad del autor serán suficientes para mantener vivo el interés del lector. Apasionado de Darwin como se confesó, Xavier Bellés ha valorado, antes que nada, la necesidad de acercar el mensaje inalterado del autor a los lectores en lengua catalana.

Por otra parte, Juli Peretó, profesor de bioquímica y biología molecular de la Universidad de Valencia, con su adaptación de L’origen de les espècies (Bromera/PUV, 2017), ha llevado a cabo una selección valiente, que incluye la eliminación de todo un capítulo, el dedicado a la herencia (por razones fácilmente comprensibles, dado que Darwin no llegó a conocer ni las aportaciones de Mendel, ni mucho menos, el concepto de gen), y toda la tarea de podar la frondosidad de la prosa darwiniana. Solo quien conoce muy en profundidad un tema puede abordar el reto imprescindible de dejar fuera todo aquello que es posible apartar, sin que afecte a la correcta comprensión de la esencia del mensaje. Cuando esto se hace bien, el resultado es que mucha más gente puede acceder a contenidos que, en otro formato, les estarían vetados.

El eterno debate entre religión y evolución

Després de la presentació dels llibres es obrir un viu debat. / Foto: Acció Cultural del País Valencià.

Tras la presentación de los libros se abrió un vivo debate. / Foto: Acció Cultural del País Valencià.

Los dos libros proporcionaron contexto e introducción a un interesante diálogo, hábilmente conducido, entre los tres expertos. La presentadora aprovechó las resonancias religiosas de la frase inicial para lanzar una pregunta sobre la clásica oposición entre religión y teoría evolucionista, con una referencia especial a las posiciones creacionistas en la actualidad. En algunos casos, como apuntó Xavier Bellés, el creacionismo se está dotando de cierta apariencia científica que podría confundir a algunos lectores. Usan técnicas y razonamientos propios de la biología evolucionista, para explicar que, en la base de toda la variedad de las especies, hay unas pocas que son creadas por Dios.

Se constató que hay muchas diferencias según de qué iglesias se trate y también que la beligerancia de las más poderosas ha disminuido considerablemente, en favor de posiciones más conciliadoras que, aunque salvaguardando la creencia en un ser todopoderoso capaz de crear, procuran no entrar en debate abierto con los postulados científicos.

Desde el público se apuntó también que el negacionismo de la evolución no viene, ahora mismo, mayoritariamente del fundamentalismo religioso, sino de otro tipo de fundamentalismo, atrincherado en el llamado construccionismo social, que se obstina en negar, entre otras evidencias, la existencia de diferencias sexuales que afectan a la conducta humana. Una posición que solo se puede sustentar en la negación implícita de la teoría de la evolución.

Sin llegar a formular cuál sería la receta para combatir este nuevo frente de ataque al paradigma evolucionista, la validez del cual, así como la de las ideas fundamentales expresadas por el mismo Darwin, se constató de nuevo a lo largo del diálogo, no hay dudad de que la buena divulgación del conocimiento es una herramienta cargada de futuro. Solo los grandes conocedores de una disciplina científica están en posición de divulgar con éxito y con eficacia. Y no hay duda de que es imprescindible que los jóvenes estudiantes, de todas las especialidades, puedan optar a un conocimiento riguroso y, a la vez, accesible de clásicos como los que se presentaron en la azotea del Octubre Centre de Cultura Contemporània de Valencia.

© Mètode 2017

Profesor del Departamento de Psicobiología de la Universidad de Valencia.