Ellas hablan de neurociencia

La Universitat de València acoge la segunda edición de la Jornada de Mujeres en Neurociencia

«Las mujeres ya hacemos ciencia, lo que necesitamos es que no nos expulsen del sistema», así de contundente se mostró la profesora Carmen Agustín durante la II Jornada de Mujeres en Neurociencia que tuvo lugar en la Universitat de València con motiva del Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia. Y el programa de la jornada así lo demostraba, neurocientíficas de diferentes generaciones, desde doctorandas hasta investigadoras con amplia experiencia, se reunieron de manera simultánea en la Facultad de Farmacia y en la Facultad de Medicina para exponer sus investigaciones.

Investigaciones llevadas a cabo en muchos casos con grupos de investigación en los que también hay una amplia representación femenina. Y es que la presencia de mujeres en ámbitos científicos, y su creciente visibilidad, parece contradecir toda esta serie de mitos sobre las diferentes capacidades y los diferentes cerebros de hombres y mujeres. Unas diferencias que han explotado una multitud de libros, donde las mujeres no sabemos leer un mapa y los hombres no saben escuchar, porque nosotros venimos de Venus y ellos, de Marte. Una «plaga de libros» que según Carla Sanchis-Segura no hace sino profundizar en el mito de la existencia de un cerebro masculino y un cerebro femenino.

La investigadora Sanchis-Segura, profesora de psicobiología de la Universidad Jaume I de Castellón, mostró como los estudios sobre diferencias neuronales entre hombres y mujeres despiertan gran interés en los medios, aunque a menudo producen toda una serie de titulares poco rigurosos y en ocasiones incluso alejados de aquello que dice el mismo estudio. Además, «que haya una diferencia significativa no nos dice si la diferencia es grande o pequeña», explicaba la investigadora, que mostró como no hay un modelo de cerebro de mujer o de hombre, sino cerebros prácticamente con tantas combinaciones de rasgos «masculinos» y «femeninos» como individuos.

Otro mito común que expuso la científica fue que las mujeres somos peores en disciplinas como las matemáticas. «Pero que no haya diferencia en nuestros cerebros, no quiere decir que no las haya en nuestra mente», matizó Sanchis-Segura en alusión a la existencia de estereotipos y como estos afectan a la propia imagen que se construyen mujeres y hombres sobre sus capacidades.

Con perspectiva de género

Pero el hecho que no haya diferencias significativas entre el cerebro masculino y femenino no quiere decir que no sea necesario aplicar una perspectiva de género a la investigación, una cuestión que la misma Sanchis-Segura ha defendido en estudios anteriores y que en esta ocasión expuso la doctora Marta Torrens, especialista en psiquiatría y directora del Grupo de Investigación en Adicciones de l’IMIM-Hospital del Mar de Investigación Médica de Barcelona.

Las adicciones en mujeres a menudo implican una mayor gravedad psiquiátrica, física y social, según destacó la investigadora, y van acompañadas de problemas de salud mental y también de violencia de género. «Cuando un hombre acude a pedir tratamiento, a menudo hay una madre o una mujer que está apoyándolo para que pida ayuda; a las mujeres les cuesta más acceder al tratamiento porque hay un mayor estigma, no tienen este apoyo y además en muchas ocasiones se le suma el miedo de qué pasará con sus hijos», explicaba Torrens.

Las ponencias, organizadas con el objetivo de «visibilizar a el trabajo de la mujer en ciencia y de recuperar referentes para las niñas que serán las científicas del futuro», según el comité organizador, incluyeron también una exposición sobre como la maternidad cambia el cerebro a partir de una investigación sobre agresividad maternal en ratonas, a cargo de María Abellán; la investigación de Sandra Fernández sobre una nueva estrategia fármacoterapéutica para prevenir las recaídas en el consumo de alcohol, y el estudio de una enfermedad rara y femenina, el síndrome de Rett. Tal y como expuso Carmen Agustín, profesora de biología de la Universitat de València, esta es una enfermedad que afecta especialmente a niñas y que es la segunda causa de discapacidad intelectual por detrás del síndrome de Down.

Mientras, a la Facultad de Medicina, Alicia González, Raquel García, Ana Lloret y Anna Carballo hablaban sobre redes neuronales, Alzheimer o procesos cognitivos. Unas jornadas para superar los estereotipos, y que no son sino las primeras de toda una serie de actividades que tendrán lugar en la Universitat de València a lo largo de esta semana con motivo del 11 de febrero. Este año se ha celebrado la edición de este día internacional, proclamado por la ONU en 2015 como Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia, y que en solo tres años se ha consolidado como una cita clave para reivindicar la necesidad de romper las barreras que aún hoy encuentran las mujeres y las niñas en el ámbito científico.

© Mètode 2019