El visón en la mina

Hace años que arrastramos una mala racha con el virus de la gripe aviar. Desde 2016 hemos tenido brotes importantes en el viejo continente, no solo en aves acuáticas salvajes, reservorios y propagadores del virus, sino también en granjas avícolas, con la consecuente crisis para el sector. Ciertas combinaciones genéticas han hecho que estos virus de gripe aviar sean capaces de infectar más eficientemente y a más especies diferentes de aves. Pero tal vez aún más preocupante, desde el punto de vista de salud pública, son las infecciones por gripe aviar H5 que se han ido detectando en múltiples especies de mamíferos como zorros, focas, marsopas, tejones o hurones, entre otros. Aún así, el brote de gripe aviar H5N1 declarada el pasado mes de octubre en una granja de visones americanos (Neovison vison) en Galicia es el evento en mamíferos más relevante hasta ahora. Recientemente, la revista Eurosurveillance ha publicado un informe detallado sobre el brote.

El brote y el virus: un caso único

No solo se trata de la primera infección por H5N1 en una granja de visones en Europa, sino que la facilidad de contagio entre los animales ha puesto en alerta a los expertos. De hecho, el elevado número de animales afectados apunta a una transmisión de visón a visón con propagación por la granja a través del contacto y probablemente aerosoles. ¿Cómo se explica esta facilidad de transmisión entre animales? A pesar de que el virus de gripe aviar detectado en la granja pertenece a un genotipo  que durante el verano circulaba en aves marinas del norte de Europa, este virus se distingue del de las aves porque contiene una mutación poco común que favorece la replicación viral en mamíferos, y por tanto puede tener implicaciones para la salud pública. De hecho, la misma mutación está presente en el virus pandémico de la gripe A(H1N1) de 2009.

¿Cómo llegó este virus de las aves a los visones? Las investigaciones apuntan a que el virus se introdujo en la granja a través del contacto con aves salvajes infectadas, gracias al hecho de que los visones tenían acceso al exterior. Esta es también la vía más frecuente de una primera introducción del virus en granjas avícolas en una región.

«El brote de gripe aviar H5N1 en una granja de visones americanos (Neovison vison) en Galicia es el evento en mamíferos más relevante hasta ahora»

Hay que destacar la rapidez en la actuación de los servicios veterinarios oficiales inmediatamente después de la declaración del brote: sacrificio de los animales, limpieza y desinfección de las instalaciones, vigilancia de las granjas avícolas y de visones de los alrededores de la granja afectada, etc. Gracias a estas actuaciones, muy similares a las que ya se realizan ante un brote de gripe aviar en explotaciones avícolas y que desgraciadamente se han tenido que implementar repetidamente estos últimos años, no ha habido ninguna otra detección de gripe aviar en la zona. Además, no se detectó el virus en ninguno de los trabajadores de la granja, posiblemente gracias a los equipos de protección personal (mascarillas, guantes, etc.) que llevaban como prevención por el SARS-CoV-2, por el hecho que el virus de gripe de los visones no debe de estar bastante adaptado a infectar humanos, o por ambas razones.

Riesgo de contagio para los humanos

Los virus de gripe aviar H5 que circulan en Europa están claramente muy adaptados a las aves y poco adaptados a los mamíferos. Aun así, la continua detección del virus en mamíferos salvajes y domésticos, la rápida adquisición de mutaciones virales asociadas a la adaptación a mamíferos, la transmisión observada entre los visones de la granja, y las infecciones humanas esporádicas (todas ellas asintomáticas y debidas a un contacto estrecho con aves infectadas) con virus de gripe aviar son factores que ponen de manifiesto la necesidad de intensificar la vigilancia en mamíferos y humanos. El brote en la granja de visones, y en concreto la transmisión del virus entre visones, representa un paso más hacia la aparición de un virus de gripe aviar cada vez más adaptado a mamíferos, que no tan solo podría infectar a personas sino también propagarse entre la gente, un riesgo del que los investigadores hemos advertido si no se toman las medidas adecuadas. Así, el visón en Galicia sería el «canario en la mina», expresión empleada para advertir de un peligro inminente que todavía no percibimos (los mineros ingleses acostumbraban a bajar a la mina un canario para detectar posibles gases tóxicos).

Medidas de prevención

¿De qué medidas estamos hablando? Desde el punto de vista epidemiológico y de bioseguridad, las granjas de visones y las avícolas tienen muchos aspectos en común, por lo cual tiene sentido aplicar unas medidas similares, ya mencionadas. Aun así, no sorprende a nadie que a raíz de un brote de gripe aviar en visones (mamíferos como nosotros), hay que establecer medidas específicas adaptadas en este tipo de producción, como por ejemplo incluir la gripe aviar en el diagnóstico diferencial cuando se observen signos neurológicos o respiratorios en estos animales o hacer un seguimiento (clínico, biológico y serológico) a las personas expuestas a visones infectados.

«El visón en Galicia sería el «canario en la mina», expresión empleada para advertir de un peligro inminente que todavía no percibimos»

En el ámbito preventivo, es clave instaurar de manera sistemática el uso de equipos de protección personal para los trabajadores, implementar programas de vigilancia y monitorizar los virus detectados en granja para identificar de manera inmediata cualquier mutación alarmante. Dejar que un virus potencialmente infeccioso para las personas circule en animales de granja es una bomba de relojería que tarde o temprano, por la elevada tasa de mutación de los virus de la gripe, puede acabar haciendo el salto de especie.

«Dejar que un virus potencialmente infeccioso para las personas circule en animales de granja es una bomba de relojería»