¿Qué mascarillas son las más eficaces y cómo usarlas correctamente?

mascarillas

El tipo de mascarilla más eficaz dependerá de para qué las queramos utilizar. Cada situación requiere un tipo distinto de mascarilla. Tenemos tres tipos: Las mascarillas autofiltrantes o EPI están pensadas para el personal sanitario o que está en contacto directo con el virus, o en zonas con una alta carga viral; tienen una capacidad de filtración de 0,3 micras. Serían las que conocemos como FFP2 y FFP3

Las mascarillas quirúrgicas, como indica su nombre, están pensadas para usarse en la sala de operaciones. Se usan para evitar que los profesionales que estén trabajando en la operación puedan contaminar al paciente que está siendo operado, y tienen un tratamiento superficial hidrofóbico para evitar que cualquier salpicadura de fluidos que ocurra en el acto operatorio entre en la boca de los profesionales. Tienen una eficacia de protección bacteriana del 98 % y una respirabilidad inferior al 40 %. Su uso sería para personas en riesgo, que estén infectadas de coronavirus y en ambientes hospitalarios, y el tiempo de uso recomendable es de cuatro horas.

Finalmente tendríamos las mascarillas higiénicas, entre las que encontramos las no reutilizables y las reutilizables. Las no reutilizables tienen unas características muy similares a las quirúrgicas aunque la eficacia de protección bacteriana es del 95 %. En el caso de las reutilizables, la principal ventaja es que se pueden lavar y reutilizar un número determinado de veces, con lo que ayudamos a reducir el impacto ambiental que tienen las mascarillas. La eficacia de protección bacteriana puede ser igual o superior al 30 % y la respirabilidad es inferior a 60 pascales por centímetro cuadrado. El tiempo de uso recomendado es de un día y es importante lavarla a 60 ºC de temperatura durante una hora al finalizar la jornada.

«El ajuste de la mascarilla es fundamental, más importante incluso que el tipo de protección que utilicemos»

Si estamos en un lugar mal ventilado donde pueda haber una mayor concentración de carga viral, sería recomendable una mascarilla de tipo EPI. En lugares con suficiente ventilación y donde se mantenga la distancia de seguridad, una mascarilla higiénica reutilizable es más que suficiente. Pero también hay que tener presente que las mascarillas tienen que estar bien puestas, cubriendo la nariz.

Por eso, el ajuste de la mascarilla es fundamental, más importante incluso que el tipo de protección que utilicemos. Si hay salida de aire cuando respiramos, este no ha sido filtrado. Si se nos empañan las gafas, es una muestra de que hay un mal ajuste porque está saliendo aire sin filtrar. Son recomendables las mascarillas con puente nasal regulable, pero una mascarilla que esté bien fijada no será nada cómoda porque nos estirará de las orejas, por lo que en este sentido la seguridad y la comodidad no van de la mano.

Responde Enric Carrera, director del Instituto de Investigación Textil y Cooperación Industrial (INTEXTER) de la Universitat Polotècnica de Catalunya (UPC).

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