La constelación de Orión destaca en el cielo nocturno del invierno por sus tres estrellas brillantes y en línea. Al final del otoño la vimos, inmensa, saliendo por el horizonte este al caer la noche. Cuando se acabe el invierno la veremos bajar hacia el oeste en las primeras horas del atardecer. Nos ofrece una bella vista, pero la mitología nos cuenta una historia muy diferente.