Responde JOAN LLORET:
Las tripas nos rugen, fundamentalmente, porque los intestinos son una víscera vacía no rígida (como una tubería) de unos diez metros de longitud y que ocupa una gran parte de la región abdominal. Además de esto añadimos que por esta tubería pasan diariamente muchos líquidos y sólidos de los alimentos que ingerimos y que generan movimientos y la formación de gases.
A pesar de ser lo normal, habrá que vigilar la presencia de un exceso de sonoridad (por flatulencia extrema debida a varios problemas intestinales) o incluso la disminución o ausencia de ruidos abdominales que podría deber se a una afectación grave de esta tubería vacía.
Por eso es importante no consumir en exceso alimentos como legumbres y hortalizas (coliflor, pepino, lentejas o cebolla), frutas como la pera o las ciruelas, productos lácteos como la leche o quesos, y también productos como el pan o cereales que llevan grano entero como el trigo o el centeno. También vigilaremos los líquidos que llevan mucho gas.
Joan Lloret es pediatra y colaborador científico en el Instituto de Historia de la Medicina y de la Ciencia de la Universitat de València.
