Un nuevo Museo de Historia Natural en la Universitat de València

Nada más entrar se puede ver como un Tropeognathus, de la familia de los pterosaurios, vigila desde arriba. Este animal de la era mesozoica, que fue el primero vertebrado al surcar el cielo, planeaba sobre la superficie del agua sobrevolando sus presas para capturarlas desde el aire. Ahora, aproximadamente cien millones de años más tarde, su estructura ósea reconstruida para el Museo de Historia Natural de la Universitat de València, sobrevuela los visitantes. Con una aplicación llamada pterosa VR y unas gafas que proporcionan en el museo, incluso se le puede ver volar.

Esta nueva construcción de la universidad se inauguró el 15 de febrero en el Campus de Burjasot. Quiere ser, no solo un lugar expositivo, sino también un espacio donde promover el aprendizaje, la investigación científica, y el diálogo con conferencias y debates sobre temas científicos de actualidad. Albert Girona Albuixech, secretario autonómico de cultura y deporte, manifestó que «hay museos de continente y hay museos de contenido» , y con este, que entraría en el segundo tipo, quieren«trascender la mera exposición de piezas históricas».

«En el museo podemos encontrar ejemplares zoológicos, geológicos y paleontológicos»

En el museo podemos encontrar ejemplares zoológicos, geológicos y paleontológicos. De los primeros destacan un buen conjunto de aves taxidermizadas, así como la foca monje del Mediterráneo, que se encuentra en peligro de extinción. En la otra sala, dedicada a la geología y la paleontología, podemos encontrar un meteorito llamado “Valencia”, que pesa 33,5 kilogramos y se formó hace 4.600 años, aproximadamente. También hay rocas y minerales expuestos de forma didáctica para entender a que se destinan estos materiales, así como algunos ejemplares de minerales fluorescentes. Algunas de estas piezas ya formaban parte del Museo de Geología de la UV, y ahora se exponen junto con los ejemplares zoológicos en el nuevo museo.

El meteorito València, expuesto en el Museo de Historia Natural de la Universitat de València. Marta Navarro.

Este espacio alberga sólo una pequeña parte de los fondos que posee la universidad en materia de historia natural. En total la institución tiene 32 colecciones, y no todas están abiertas al público. Además, faltan muchos ejemplares que se perdieron por un incendio en el año 1932, en el que se quemó el museo de historia natural de la segunda mitad del siglo XIX.

La UV ha contado con el patrocinio de la Generalitat Valenciana, de la Consejería de Educación, Investigación, Cultura y Deportes, de la Dirección general de Cultura y Patrimonio, de la Secretaría de Educación e Investigación, así como de la Diputación de Valencia. Jorge Rodríguez Gramage, presidente de la Diputación, remarcó la importancia de la colaboración entre instituciones para lograr objetivos como este.

«La UV está a la espera que el Ayuntamiento los ceda una alquería junto al Jardín Botánico para trasladar allí el Museo de Historia Natural»

También se refirió a la ubicación del museo. Se sitúa en la calle Doctor Moliner, en el Campus de Burjassot. Para Rodríguez es un disparo positivo que la cultura se descentralizo y se traslado a los pueblos. Sin embargo, la Universitat de València está a la espera que el Ayuntamiento los ceda una alquería junto al Jardín Botánico, donde se encuentran los ejemplares de plantas y peces, para trasladar allí el Museo de Historia Natural.

Anna García Forner, directora del museo, señaló la importancia de construir un museo accesible para todo el mundo. Por eso, se ha creado una aplicación, llamada Cultura Accesible, con la colaboración del emprendida Feedback Cultural, que facilita ciertos recursos, como por ejemplo una audioguía, para las personas con diversidad funcional visual.«Queremos que el patrimonio científico y cultural de la universidad sea un referente no sólo para la comunidad universitaria, sino para todo el que lo quiera conocer», decía García.