El patrimonio científico sigue pidiendo memoria

Reflexiones sobre la conservación del patrimonio científico

Jesús I. Català va coordinar el monogràfic Col·leccions de la memòria per a l’edició número 25 de Mètode.

Colecciones de la memoria fue concebido rozando ya el nuevo siglo, cuando el patrimonio científico se afanaba por ser puesto en valor en la Universitat de València. Por aquellos años, un grupo de jóvenes historiadores de la ciencia, dirigidos a José Ramón Bertomeu y Antonio García Belmar, estábamos haciendo un inventario de los instrumentos científicos de la Universitat de València, especialmente de los custodiados en diversos departamentos de las facultades de Física y Química. Se pretendía así ampliar la tarea iniciada años atrás por el Departamento de Historia de la Ciencia de la Facultad de Medicina, que había conducido a la fundación del Museo Historicomédico, estrechamente ligada a la formidable recuperación patrimonial liderada por el profesor López Piñero. A raíz de esto, el monográfico era, en parte, un fruto más de una línea de investigación y acción que, con obstáculos y altibajos, se estaba consolidando en lo que respecta al patrimonio histórico de la ciencia. Pero no estábamos solos en nuestro ámbito, y por eso también se publicaron contribuciones de otros grupos de investigación del Estado, como los compañeros del Seminario de Estudos Galegos, que desde 1987 estaba recuperando los materiales de centros de enseñanza secundaria y universitaria en Galicia, o los investigadores del Museo Nacional de Ciencia y Tecnología, que estaban llevando a cabo un proyecto similar en diversas instituciones madrileñas. Des de una perspectiva más cercana, en un momento no exento de polémica en nuestro hogar por ciertas acciones de neopatrimonialitzación turística y comercial de la ciencia, el equipo a cargo de la venerable colección paleontológica Rodrigo Botet, convertida en el núcleo fundamental del entonces acabado de inaugurar Museo de Ciencias Naturales del Ayuntamiento de Valencia, explicaba su visión desde una experiencia repleta de problemas y dificultades de todo tipo. También hay artículos de cariz más teórico, que reflejaban la animada situación de unos estudios patrimoniales que empezaban a pisar fuerte dentro de la historia de la ciencia.

«El patrimonio científico sigue teniendo una presencia muy escasa en la gestión patrimonial»

Con la perspectiva que da el tiempo, queda claro que el patrimonio científico sigue teniendo una presencia muy escasa en la gestión patrimonial. Hay demasiados fondos científicos antiguos de relieve que encuentran dificultades para ser conservados como se debería. Así, en el año 2015, una exposición cuyo comisario es el que firma esta pieza reivindicaba el patrimonio científico del Instituto de Bachillerato Lluís Vives de Valencia, en términos nada diferentes a las reflexiones vertidas en aquel monográfico de quince años antes. Podríamos multiplicar los ejemplos, pero resultaría oneroso y deprimente. No obstante, también sería injusto no reconocer que la presencia pública de la ciencia ha ganado espacio social, y que precisamente las colecciones de la memoria científica ayudan mucho en este propósito.

colecciones científicas

Las colecciones científicas empiezan a encontrar sitio dentro de los estudios de historia de la ciencia y de las iniciativas de recuperación patrimonial.
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© Mètode 2017
Profesor titular de Historia de la Ciencia. Univer­sidad Cardenal Herrera-CEU (Valencia), CEU Universities.