La OMS ha hecho recomendaciones sobre cómo poner los nombres de las enfermedades infecciosas para evitar efectos estigmatizantes
Con motivo del 28 de febrero, fecha en la que se conmemora el Día Mundial de las Enfermedades Raras, repasamos los retos y dificultades a los que se enfrentan las familias afectadas por alguno de estos trastornos poco frecuentes o minoritarios.
La epidemiología nutricional estudia las relaciones entre la alimentación y las enfermedades. En este artículo de revisión se han seleccionado cinco de los logros más relevantes en este campo, como ejemplo de la importancia de los factores alimentarios en la prevención de enfermedades no transmisibles.
A los murciélagos se les ha situado en la diana por ejercer como reservorios naturales de patógenos zoonóticos que causan enfermedades como la rabia.
Durante el s. XX hemos casi duplicado la esperanza de vida, de unos 45 años a 80 y pico y, por eso, nos enfrentamos a la vejez o los problemas cardiovasculares, entre otros.
Una epidemia como la vivida puede hacer que salgan los peores miedos. El cine y la literatura han empleado este miedo para construir guiones donde una epidemia es el centro de la historia o la excusa de fondo.
Imagine que tiene que describir, con un texto escrito y de manera pormenorizada, los movimientos que realiza con sus manos al atarse los cordones de los zapatos. Pruebe siquiera a imaginarlo, pero sin mover físicamente las manos.
Probablemente Maurice Hilleman es el científico que más muertes y dolencias por infección ha evitado jamás en la historia de la medicina. Él y su equipo obtuvieron o mejoraron más de 25 vacunas contra virus y bacterias.
A pesar de que el coronavirus es un microbio, el autor hace uso de dos símiles animales para explicar la aparición, repentina e imprevista (o no), de fenómenos como la COVID-19, pero también de otros desastres «imprevistos», sean económicos, sociales, políticos u otros.
En el caso de la pandemia de COVID-19, vuelven a estar presentes muchos factores que han marcado el recorrido de las enfermedades emergentes en los últimos cincuenta años. Un tiempo en el que el control y la prevención de todas estas patologías tendría que haber sido uno de los objetivos prioritarios de la acción sanitaria internacional.