Hablamos con Andreu Escrivà, ambientólogo y divulgador valenciano, con motivo de la presentación de su libro en la Facultad de Filología, Traducción y Comunicación de la Universitat de València.
Bajo el lema «Cambio climático: La noticia más urgente», el Oceanogràfic de Valencia acoge los días 15 y 16 de noviembre el XII Congreso Nacional de Periodismo Ambiental.
El Parlamento Europeo acoge la conferencia «Climate Justice: Engendering the Energy Transition», una jornada dedicada a estudiar y debatir cómo afecta el cambio climático a las mujeres, pero también sobre el papel de las mujeres como agentes esenciales o motores de la transición energética.
El periodista Bienvenido León recupera el monográfico Vivir con el campo climático, publicado en primavera de 2015, dedicado a los retos culturales que planteja el canvi global.
El catedrático de Tecnología de los Alimentos de la Universitat de València Daniel Ramón recupera este monográfico de Mètode dedicado a la alimentación.
Vivimos en una era de contradicciones. La era en la que podríamos aterrizar en Marte o dominar nuestro ADN, es, a su vez, la era de Trump, del negacionismo al cambio climático, o de la inversión de millones de euros en pseudociencias.
El libro del ambientólogo Andreu Escrivà nos presenta de una forma sencilla y cruda las claves del cambio climático y unas líneas maestras para saber cómo podemos, todavía, frenarlo.
El mundo de Juego de tronos, o Canción de hielo y fuego, que es como se conoce la saga de novelas, presenta una sorprendente peculiaridad: las estaciones se prolongan varios años y su duración es impredecible. ¿Cómo es posible algo así?
Los humanos, en concreto, nos helamos o nos abrasamos por encima o por debajo de un miserable intervalo de una veintena o treintena de grados. De aquí la importancia de este súbito calentamiento global que experimenta la Tierra desde la Revolución Industrial.
«A pesar de su silencioso protagonismo, la química está en la base de prácticamente todos los avances científicos, tecnológicos e innovadores que permiten el progreso de la humanidad.» Valencia acogió la presentación de la Declaración Internacional de la Química.