El reto científico de la igualdad de género

Un recorrido por la brecha de género de la ciencia

Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia

Las niñas y mujeres científicas son homenajeadas en un nuevo 11 de febrero, el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, una fecha marcada por Naciones Unidas en 2015 con el objetivo de poner en valor el talento científico y promover la paridad y promoción de las vocaciones científicas y tecnológicas. Desde que fuera proclamada, esta celebración viene marcada por la publicación de un informe que, año tras año, pone en evidencia la desigualdad real a la que se enfrentan las científicas alrededor del mundo, todo un reto de cara al futuro tecnológico y profesional que deparan avances como la automatización y la Inteligencia Artificial.

Mètode ha dedicado dos monografías al análisis y comprensión de esta disparidad. El primero, Mujeres y Ciencia, fue publicado el año 2012 bajo la coordinación de Josep Lluís Barona, catedrático de historia de la ciencia de la Universidad de Valencia, y con la colaboración de la artista valenciana Carmen Calvo. La revista ofrece una mirada general sobre los problemas que tradicionalmente han limitado el desarrollo del talento femenino, y analiza desde diferentes perspectivas las implicaciones de la maternidad en la vida, el cuerpo y las carreras profesionales de las mujeres.

El último, SheScience, se publicó en 2016 con Capitolina Díaz, tres años presidenta de la Asociación de Mujeres Investigadores y Tecnólogas AMIT y antigua directora de departamentos del Ministerio de Igualdad, a la cabeza de su coordinación, y la castellonense Paula Bonet como autora de la portada y las ilustraciones. A través de sus páginas se señalan problemáticas específicas a las que se enfrentan las profesionales de distintas disciplinas.

Los artículos que conforman estos dos volúmenes de Mètode pueden tomarse como referencia para explicar la situación de desigualdad que hoy en día todavía arrastra el sector científico, una falta de presencia femenino que no solo afecta a las mujeres implicadas, sino también a la calidad de la ciencia que se produce.

El techo de cristal

Según los datos recogidos por el Ministerio de Educación, las estudiantes son mayoría en las aulas universitarias. Por el contrario, esta tendencia se invierte progresivamente a medida que se observan los cargos universitarios más elevados. En su artículo «Rompiendo el techo de cristal», la investigadora Nazareth Gallego-Morón señala la lectura de la tesis doctoral como un momento clave en la carrera universitaria de las mujeres y el inicio de su falta de participación en proyectos académicos y científicos.

En un sistema que se presupone regido por méritos profesionales y académicos, esta discriminación jerárquica no se puede justificar. Así lo explica la oncóloga Ana Lluch en el artículo «El camino hacia la igualdad real», en el que pide la implicación política más allá del ámbito personal y remarca, además, la necesidad de facilitar la reproducción a todas aquellas mujeres que quieran compatibilizar su profesión con la maternidad.

Más allá del techo de cristal, la mujer se enfrenta además a la invisibilidad de su figura como investigadora. Un estudio dirigido por Martí Domínguez, director de la revista Mètode, revela la falta de representación de la mujer científica en la prensa española a través de las fotografías publicadas: la representación femenina se muestra minoritaria y de menor calidad que la masculina.

Ciencia en femenino

En «El camino abierto para la igualdad de género en la investigación», artículo firmado de manera conjunta por Ana Sánchez, Capitolina Díaz, Marcela Jabbaz y Teresa Samper-Gras, las autoras exponen las consecuencias de la falta de talento femenino en las instituciones científicas, una tendencia que resta calidad a las investigaciones; la supuesta neutralidad de la ciencia es, ahora mismo, masculina, tal como remarca en su artículo Carmen Magallón, doctora en Ciencias Físicas.

La falta de investigadoras en los equipos de investigación sirve para explicar, en consecuencia, la infrarrepresentación del cuerpo y experiencias femeninas como objeto de estudio. En su número de febrero, la revista The Lancet señala la normalización del cuerpo masculino como modelo de diagnóstico médico, así como la necesidad de generar producción científica alrededor de la realidad de las mujeres transexuales, que continúa siendo casi inexistente. La doctora Carme Valls-Robert expone la necesidad de incluir la perspectiva de género y el cuerpo femenino en la investigación médica en el artículo «La ciencia de la diferencia».

Mètode nº 76: Mujeres y ciencia

La tradicional exclusión de las mujeres del ámbito público, de la educación, de la política, del arte y de la cultura y la reclusión femenina en el ámbito doméstico han ido transformándose paulatinamente en diferentes contextos desde la Ilustración, con la construcción de la sociedad liberal y la progresiva incorporación

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Mètode nº 91: SheScience

Con el título de este monográfico,  SheScience, pretendemos profundizar en la ciencia hecha también por mujeres, en número y jerarquía equivalente a la de los hombres, y en la ciencia que revele aquellas características diferenciales entre mujeres y hombres, y aquellas otras que son específicas de mujeres. Ambas bastante ignoradas.

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