La próxima vez podríamos enfrentarnos a un virus todavía más mortal que el SARS-CoV-2. Ahora es el momento perfecto para empezar a hacer trabajo, ahora que estamos concienciados del peligro que representa una pandemia.
Conocer los genomas de los virus y sus filogenias al detalle genómico nos permite entender el origen del brote –¿ha sido una zoonosis desde los murciélagos o hay otros huéspedes implicados? ¿Dónde se localiza geográficamente esta transición fatal?– y medir el ritmo de cambio del virus.