La exploración espacial requerirá sistemas de soporte vital que incluyan plantas para proporcionar nutrientes, oxígeno, humedad y bienestar psicológico, y que sirvan además para eliminar desechos.
Los nuevos enfoques biotecnológicos para diseñar cultivos con más resistencia a las plagas permitirán combatir las pérdidas agrícolas y reducir los aportes químicos.
Las nuevas herramientas biotecnológicas, como la edición génica o la biología sintética, ayudarán a incrementar la producción agrícola de forma sostenible.
La agricultura del siglo XXI se enfrenta a grandes desafíos urgentes. En la última década se han desarrollado nuevas tecnologías de mejora genética que pueden contribuir a afrontarlos.
Las plantas que comemos son el resultado de un largo proceso de domesticación. En menos de una década, diseñar plantas a la carta ha pasado de ser una utopía a una posibilidad real.
En este monográfico se analiza la posibilidad de cultivar plantas fuera del planeta Tierra; exponemos avances de la edición de genomas como los que han permitido, en mi laboratorio, la obtención de tomates sin semillas; se valoran estrategias que deben conducir a recolectar más, utilizando menos recursos; y se explican estrategias biotecnológicas para reforzar el sistema inmune de las plantas o para utilizarlas como biofactorías que posibiliten cosechar moléculas de interés para la salud o la nutrición. ¿Será suficiente? ¿Llegaremos a tiempo?
Explorar la diversidad de estrategias utilizadas por diferentes organismos para enfrentarse a esta enfermedad puede proporcionarnos nuevos conocimientos sobre el cáncer.
La evolución de la resistencia a los antibióticos es probablemente el ejemplo más espectacular de evolución de innovaciones en un sistema biológico que hemos podido observar a tiempo real.
Tres décadas después del accidente que arrasó Chernóbil, la biodiversidad se ha recuperado convirtiendo esta zona en una especie de laboratorio evolutivo.
El estudio de la evolución frente a la incertidumbre ambiental es crucial para entender la diversidad biológica, ya que diversificar las estrategias de vida es clave para sobrevivir y reproducirse en un ambiente incierto.
Si queremos preservar ecosistemas funcionales para el futuro y continuar disfrutando de sus servicios, también hay que proteger la diversidad filogenética y la funcional. Pero para hacerlo no basta con delimitar espacios protegidos.
Polonia sería el laboratorio de un inhumano plan de colonización, el Plan General del Este, que implicaba la sustitución de la población no aria por campesinos germánicos.
El concepto de «sangre y tierra» como determinante de la historia se encuentra en la obra de Termer unos diez años antes de que los nazis lo utilizaran como ideología oficial del Estado.
En una Alemania tomada por un antisemitismo creciente y generalizado, y más tarde con el ascenso del nazismo, la física de Albert Einstein fue recibida con hostilidad y fue atacada por motivos raciales.
La vida académica se vio más afectada por el nacionalsocialismo en Viena que en cualquier otra ciudad de Alemania, debido a la gran cantidad de científicos de origen judío.
Los avances tecnológicos en el estudio del genoma nos permiten inferir quién y cómo era el dueño de unos restos encontrados, por ejemplo, en una fosa común o una tumba anónima: dónde vivió, cómo era físicamente, o cuál era su origen familiar.
LLas ciencias forenses posibilitan la obtención de pruebas formales aplicables a las reivindicaciones de la memoria histórica. En España, el estudio del cerebro de Pedraja ha permitido conocer la verdad ochenta años después.
Uno de los pilares de los estudios bioantropológicos son las colecciones osteológicas identificadas. Este trabajo tiene como objetivo describir este patrimonio y mostrar su importancia.
La arqueología y la antropología forense han tenido un papel importante en la identificación de soldados de la Primera Guerra Mundial. En este proceso de identificación, arqueólogos y antropólogos físicos y forenses tienen un papel inestimable para poder conmemorar y proporcionar un enterramiento digno a quienes dieron la vida por su país.
La necrópolis romana de la calle de Quart de València es el cementerio más antiguo conocido de la ciudad. A partir de su análisis arqueológico y bioantropológico se abordan diversas problemáticas desconocidas hasta hace muy poco tiempo: costumbres funerarias, estratificación social, paleodemografía, calidad de vida y enfermedades, alimentación o economía.
Este monográfico ofrece una visión pluridisciplinar de una memoria histórica diversa, analizada desde prisas científicos diferentes pero al mismo tiempo complementarios, para dar luz y valor probatorio a hechos heterogéneos a partir de los vestigios biológicos del pasado.