Estamos ante un plan de fomento de la diversidad agraria valenciana que nos propone que conozcamos y consumamos nuestros alimentos. Todas y todos estamos llamados a participar en esta conservación activa.
Tenemos que recurrir a frases menos cómodas y más enrevesadas como materia prima o producto sin procesar, porque corremos el riesgo de que la próxima vez que le digamos a un paciente que coma productos «naturales», acabe comprando un caldo, pan refinado o un zumo.
El fuego de San Antonio es en realidad una intoxicación debida a la ingestión de pan de centeno, el pan de los pobres. Este síndrome es una enfermedad que conocemos hoy en día como «ergotismo». ¿Y por qué este nombre?
De todas las gambas, ninguna es tan apreciada como la roja. Nemine discrepante: todo el mundo está de acuerdo. En los mercados de pescado, la gamba roja mediterránea se paga a menudo por encima de los cincuenta euros el kilo. Eso es porque nuestra gamba roja, además de escasa, es especialmente fina y sabrosa
Un equipo liderado por el astrónomo catalán Guillem Anglada Escudé, que trabaja en la Universidad Queen Mary de Londres, ha revelado las características de un exoplaneta, que al parecer es semejante a la Tierra en tamaño y que gira en torno a la estrella más cercana al Sol, Proxima Centauri.
La estrategia más prometedora es el uso de bacterias modificadas genéticamente que expresan un gen terapéutico específico. Sin embargo, aunque se han observado resultados positivos en este tipo de terapia in vivo con animales de laboratorio, para usarla en el tratamiento de los cánceres humanos son necesarias más pruebas.
El olfato es el menos estudiado de todos los sentidos y estamos aún lejos de conocer las implicaciones funcionales de esta enorme variabilidad genética, pero podemos afirmar que no existen dos narices iguales.
Uno de los mayores peligros que afrontarán los astronautas que viajen a Marte será la radiación. La Tierra está siendo continuamente bombardeada por radiaciones dañinas, como los rayos cósmicos o las tormentas solares, de las que no nos enteramos gracias a la protección que nos proporcionan nuestro campo magnético y nuestra atmósfera.
Las células madre tienen ya aplicaciones médicas contrastadas, pero también es uno de los campos de la ciencia donde más terapias fraudulentas se están produciendo.
Vivimos en una era de contradicciones. La era en la que podríamos aterrizar en Marte o dominar nuestro ADN, es, a su vez, la era de Trump, del negacionismo al cambio climático, o de la inversión de millones de euros en pseudociencias.